Dos policías que dieron muerte a un niño negro de 12 años con una pistola de juguete, tras recibir un llamado de emergencia, fueron suspendidos de sus cargos mientras se investiga el hecho, informaron este lunes autoridades de Cleveland, Ohio (norte de Estados Unidos).
Los dos agentes, uno de ellos con menos de un año de experiencia como policía y otro con diez años, fueron suspendidos provisionalmente a la espera de los resultados de la investigación.
Los dos policías dispararon contra el menor en una zona de juegos al aire libre tras recibir denuncias telefónicas de que una persona armada con una pistola estaba apuntando a los transeúntes, según un comunicado de la división de la Policía de Cleveland encargada de investigar el uso de la fuerza letal.
Según una grabación telefónica, la persona que llamó a la Policía dijo que el arma era “probablemente falsa”.
Los dos policías que llegaron a la plaza le habrían pedido al niño que levantara las manos, pero éste las habría “bajado hasta su cintura para tomar su pistola”, siempre según el comunicado.
Los policías dispararon dos veces e hirieron al niño. Una de las balas lo alcanzó en el abdomen.
Tras ser hospitalizado el menor murió en las primeras horas del domingo.
Después de disparar, los policías se dieron cuenta de que “el arma en poder del sospechoso de 12 años era una réplica de una pistola del tipo ‘airsoft’ (de canicas), parecida a una pistola semiautomática, con el indicador de seguridad naranja levantado”, dijo la Policía en un comunicado.
La muerte del menor ocurre en momentos en que en Misuri, un estado del centro de EEUU, se espera con tensión la decisión de un jurado sobre la suerte de un policía que en agosto dio muerte Michael Brown, a un joven afroamericano de 18, a quien disparo seis veces durante un polémico arresto.
Un incidente similar ocurrió en Ohio en agosto cuando policías que respondían a un llamado de emergencia dieron muerte en un supermercado a John Crawford, un hombre negro que tenía una pistola de juguete que era vendida en ese mismo local.
Alicia Reese, una diputada del congreso del estado de Ohio, anunció que presentará un proyecto de ley para obligar a los fabricantes de armas de juguete a utilizar colores vivos y bandas fluorecentes que permitan diferenciarlas de las verdaderas.