Lo dicho por Maduro anoche puede tener varias lecturas: ¿Globo de ensayo a una semana del 10/01, para medir las reacciones, internas y externas, ante la resbaladiza ruta anti-constitucional? ¿Conflicto interno Maduro-Cabello por la sucesión? ¿Temen no poder ganar las nuevas elecciones sin Chávez, aún con su espíritu “presente” en la campaña? ¿Chávez superó la crisis de la operación y llegará “recuperado”? ¿Riesgo calculado o mal calculo? ¿Nadie quiere asumir la presidencia temporal y pagar los platos rotos ante las difíciles decisiones pendientes a corto plazo? ¿Tratan de ganar un tiempo que no tienen? Simplemente se les enredó el papagayo.
Sin duda el desespero, el miedo y los cubanos son malos consejeros, en especial si de democracia se trata. Hay cierta tendencia a sobreestimar la capacidad estratégica del gobierno, cuando muchos de sus logros han sido fruto del uso de la fuerza bruta del poder y de los errores del contrario. Quienes tienden a endiosar estas capacidades conspirativas (como los que pensaron que lo de la enfermedad era una farsa y los que aún lo creen), seguramente intentarán explicar esta nueva jugada como un jaque mate a la oposición, que nos deja sin salida. A mi juicio es todo lo contrario; si el chavismo, o alguna de sus facciones internas, piensa que de esta manera están tomando un atajo fuera de la constitución para quedarse en el poder de forma indefinida, en realidad se estarán metiendo en un callejón sin salida y pueden terminar perdiendo el chivo y el mecate.
Todo indica, aún la “información oficial”, que la situación de salud de Chávez se complicó a raíz de la operación cubana (¿infección hospitalaria + mala praxis?), que la crisis aún persiste y que si logra superarla su recuperación llevará un tiempo y no será completa, ya que lo acecha el cáncer terminal, que es su principal dolencia. Es decir, aún si sale de esta crisis post-operatoria, no estará en condiciones de gobernar; incluso si llegara a asumir su cargo, para continuar con el plan de perpetuar en el poder a los suyos, no durará para contarlo.
De manera que lo que queda claro es que los estrategas cubanos y rojitos andan perdidos y no tienen claro que hacer. En estas circunstancias sus acciones serán provocadoras, buscaran reacciones destempladas de la oposición, para luego justificar cualquier atropello a la democracia. Habrá que mantener la calma y esperarlos en la bajadita; mientras más retrasen las nuevas elecciones presidenciales y mientras más maniobras anti-constitucionales apliquen, más oportunidades habrá de derrotarlos democráticamente.