Enfermo en Cuba, Chávez se pierde su fiesta de juramentación

Enfermo en Cuba, Chávez se pierde su fiesta de juramentación

(Foto Afp)

El Gobierno venezolano celebrará este jueves una juramentación simbólica para marcar el inicio del tercer mandato del presidente Hugo Chávez, a quien no se ha visto en público desde que fuera operado de emergencia en Cuba hace un mes, reseña Reuters.

El chavismo ha convocado a “una gran fiesta popular” en el palacio presidencial de Miraflores para rendir homenaje al carismático y polémico líder socialista, en momentos en que afronta un delicado postoperatorio tras su cuarta cirugía por el cáncer que le diagnosticaron hace 18 meses en la zona pélvica.

Altos funcionarios de 20 gobiernos, incluyendo a cercanos aliados del militar retirado como el boliviano Evo Morales, el nicaragüense Daniel Ortega y el uruguayo José Mujica, respaldarán al vicepresidente Nicolás Maduro en la primera cita internacional desde que Chávez lo nombrara su sucesor.





“Cuando (nuestros invitados) le vean los ojos mañana a esa manifestación de varios miles de hombres y mujeres (…) gente de a pie, los humildes, los chavistas, los bolivarianos, los patriotas (…) van a ver los ojos a un solo rostro: el rostro de Hugo Chávez”, dijo Maduro en la noche del miércoles.

“Un pueblo que enarbola una sola consigna: todos somos Chávez”, remató el funcionario, quien sería el candidato de la revolución si el mandatario no puede asumir el cargo que ganó con contundencia en octubre para gobernar hasta el 2019.

Sin embargo, la posibilidad de nuevas elecciones en lo inmediato se alejó después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) dijo el miércoles que la asunción presidencial se puede demorar indefinidamente hasta que se despeje la duda sobre si el mandatario podrá o no ejercer el poder.

El TSJ, que en los últimos 10 años nunca ha fallado contra Chávez, también sentenció que el presidente y su gabinete siguen en funciones más allá del “formalismo” establecido en la carta magna el 10 de enero y consideró innecesario que una junta médica independiente analice la condición del jefe del Estado.

Desmoralizada tras dos apabullantes derrotas electorales y sin un criterio unificado sobre cómo afrontar la crisis, la oposición no protestará la decisión en las calles y se ha limitado a denunciar que la interpretación “partidista” de la carta magna sume al país petrolero en un espinoso “limbo legal”.

Con escaso margen para recurrir el país, los adversarios del mandatario han llevado el caso -sin precedentes en la democracia venezolana- a instancias internacionales, mientras exigen a la región no convalidar en el “show” oficialista.

“Les pedimos que se abstengan de venir a avalar un acto inconstitucional. No se está pensando en Venezuela y los venezolanos, sino que algunos países están pensando en su beneficio y en los regalos que han recibido durante estos 14 años”, acusó el diputado opositor Julio Borges.

El destino de Chávez, que llegó al poder en 1999, es clave para muchos países de América Latina, como Cuba, Nicaragua y Bolivia, que se benefician de una solidaria cooperación energética y comercial auspiciada por la buena sintonía ideológica entre sus mandatarios.

Los planes de Chávez

La ausencia de Chávez a su juramentación ha puesto todas las miradas en Maduro, un ex chofer de autobús que tras seis años como canciller se ha convertido en una de las figuras más populares del oficialismo, aunque todavía muy lejos de las pasiones que levanta el jefe bolivariano.

El miércoles, vestido con traje negro y corbata roja, el fornido ex sindicalista dirigió su primer consejo de ministros televisado, junto con el alto mando militar, para garantizar la continuidad del plan de gobierno y la estabilidad del país a la espera del retorno de Chávez, “más pronto que tarde”.

Siguiendo la línea del “máximo líder”, prometió mano dura con la “burguesía mercachifle y parasitaria” que especule acaparando alimentos o bienes esenciales, arremetió contra las “mentiras del imperialismo” y descartó los insistentes rumores de una lucha de poder en la cúpula del chavismo.

Tras su intervención, el regulador de telecomunicaciones dijo que investigará al canal privado Globovisión por “generar zozobra” en la población con unos micros informativos, lo que podría acarrearle a la estación opositora una multa del 10 por ciento de su ingreso bruto e incluso 72 horas de suspensión.

“Nosotros somos la máxima garantía de la paz de esta República y de la continuación diaria, permanente, de los planes del Comandante Chávez. Y así lo vamos a hacer”, aseveró Maduro. “Jurados y unidos por Chávez”, insistió.

La pregunta que se hacen muchos analistas es si se arriesgará a tomar decisiones económicas impopulares, como una esperada devaluación cuya demora podría dificultar el abastecimiento del país, ante la posibilidad de tener que acudir a las urnas en el mediano plazo.

“El Gobierno en Venezuela está completamente paralizado, esa es la realidad. Señores del Gobierno, se acabaron las excusas”, dijo el gobernador Henrique Capriles, quien pese a su derrota en octubre sigue siendo visto como el líder opositor con más empuje electoral eventual escenario post-Chávez.

El último parte médico esta semana dijo que el presidente continúa luchando contra una infección pulmonar y en reposo absoluto tras una delicada operación de más de seis horas el 11 de diciembre que se complicó con una hemorragia.

Ante la parquedad de los comunicados oficiales y la ausencia de fotografías, videos o llamadas telefónicas como en anteriores convalecencias, los rumores han vuelto a apoderarse de las redes sociales, donde se especula con que el paciente puede sufrir una inminente falla en órganos vitales e incluso que está en coma.

El chavismo sigue celebrando vigilias y misas con la esperanza de una recuperación del “Comandante”, pero entre los propios aliados del mandatario existe la sensación de que eso podría no suceder y habría que ajustarse, poco a poco, a la idea de una Venezuela después de Chávez.

“Todos somos necesarios pero nadie debe ser imprescindible”, aseguró el presidente de Ecuador, Rafael Correa, cercano amigo y aliado del mandatario venezolano. “El proceso revolucionario en nuestra América deberá continuar”, concluyó.

Reuters/ Reporte de Enrique Andrés Pretel. Editado por Carlos Aliaga