El exciclista estadoundiense Lance Armstrong, que el próximo jueves dará una entrevista en exclusiva en el canal Oprah Winfrey Network, tiene previsto admitir que se dopó durante su carrera profesional en la que consiguió siete títulos del Tour de Francia, de acuerdo a la información que ofrece el periódico “USA Today Sports”.
El periódico estadounidense cita una fuente que asegura que Armstrong confesará que se dopó, pero no se sabe si entrará en detalles específicos de como realizó todo el proceso.
La entrevista esta programada para ser realizada el próximo lunes, en Austin (Texas), donde reside Armstrong, pero no será emitida por el canal hasta el jueves, 17 de enero.
Según el sitio web de Winfrey, la entrevista con Armstrong será abierta y sin ningún tipo de filtro por lo que el exciclista estadounidense permitirá que Winfrey pueda hacerle todo tipo de preguntas y sobre los asuntos que considere pertinente.
La entrevista será la primera que ofrezca Armstrong desde que su carrera se derrumbó después del informe inculpatorio que la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA), del que no quiso defenderse y por lo que fue suspendido de por vida del ciclismo y le retiraron todos los títulos conseguido en el Tour de Francia además de tener que devolver los premios ganados.
El informe de la USADA detalló un programa sistemático de dopaje con sus compañeros de los equipos US Postal Service, y que muchos de ellos fueron los que denunciaron como eran sometidos al dopaje que lideraba el propio Armstrong, que tras conocerse el informe perdió de inmediato todo el apoyo de los patrocinadores que tenía como atleta “modelo” y héroe deportivo.
La USADA en su informe relató su implicación en lo que calificó como el “programa de dopaje más sofisticado, profesionalizado y exitoso que ha visto el deporte”, en el que se utilizaron esteroides anabolizantes, la hormona del crecimiento humano, transfusiones de sangre y otros productos.
Armstrong también decidió retirarse del cargo que poseía en el consejo directivo de la fundación caritativa “Livestrong”, que el mismo fundó en 1997 para luchar contra la enfermedad del cáncer, de la que él es un sobreviviente.
El pasado sábado, el diario “The New York Times” publicó que Armstrong, de 41 años, dijo a sus colaboradores más cercanos y a responsables de la lucha contra el dopaje que estaba estudiando admitir el uso de medicamentos prohibidos.
La misma fuente señaló que Armstrong esperaba persuadir a las autoridades para que le permitieran volver a competir en pruebas de atletismo que se adhieran al Código Mundial Antidopaje, por el que el estadounidense ha sido sancionado de por vida.
Sin embargo, su abogado Tim Herman dijo posteriormente al “USA Today” que no había habido conversaciones con las agencias antidopaje sobre ninguna confesión. Armstrong ha negado siempre con vehemencia las acusaciones de dopaje. De hecho, oficialmente, nunca ha dado positivo.
Por su parte, David Howman, director general de la AMA, dijo a principios de este mes que la USADA no, su organización, tendría la autoridad para decidir si se debe reabrir el caso de Armstrong, si fuera a presentar nueva información.
“Es ‘USADA’ la que tiene que llevar el asunto, a pesar de que podría venir a nosotros para solicitar orientación o asesoramiento”, comentó Howman.
El director de la AMA al valorar en términos generales y no específicamente sobre el caso de Armstrong, Howman dijo que la información nueva que pueda merecer revisar un caso podría corresponder a la parte de la persona demandada o si arrojar luz sobre otros implicados en dopaje.
Howman destacó que hay precedentes para casos que se reabren y que sería “absurdo” cerrar esa posibilidad.
El Código de Dopaje de la AMA establece multas reducidas en los casos que los atletas proporcionan “asistencia substancial” en la resolución de otros relacionados con el dopaje.
Howman no quiso especular sobre el efecto de una posible confesión de Armstrong.
“Éste es un caso muy especial y significativo con tantos asuntos implicados, y ha tenido un efecto considerable no sólo en el ciclismo, pero la escena del mundo del deporte en sí”, valoró Howman.
Pero además, Armstrong se enfrenta también a otros obstáculos legales.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos está considerando la posibilidad de unirse la demanda federal que le ha puesto a Armstrong su excompañero de equipo y compatriota Floyd Landis.
Una empresa de promociones con sede en Dallas también ha dicho que quiere recuperar varios millones de dólares pagados en bonos a Armstrong por haber ganado el Tour de Francia.
Mientras que el periódico británico “The Sunday Times”, ha demandado a Armstrong para recuperar 500.000 dólares que le pagaron por una demanda de difamación que perdieron. EFE