Más de 200 palestinos rehusaban este sábado por la tarde desalojar a pedido de las autoridades israelíes un terreno en el que acampan desde el viernes en Cisjordania ocupada, y donde se proyecta una colonia judía particularmente controvertida.
“Miembros de la administración civil israelí en Cisjordania nos dijeron esta mañana que teníamos una hora para evacuar el lugar”, indicó por la mañana una de las organizadoras del campamento, Abi Copty. “No tenemos intención de partir”, dijo.
El ejército israelí, presente en las inmediaciones de la colina en donde está instalado el campamento, montó barreras alrededor del lugar, constataron periodistas de la AFP.
El negociador palestino Saeb Erakat declaró a la AFP que el ejército israelí lo detuvo en un retén y le ordenó regresar a Ramala impidiéndole el acceso al campamento.
El campamento está compuesto por unas veinte carpas y se encuentra en la zona sensible E1, donde el gobierno relanzó recientemente un proyecto de colonia.
La policía israelí distribuyó el viernes órdenes de expulsión a los militantes palestinos, declarando el sector “zona militar prohibida” a los civiles. Pero los palestinos obtuvieron, por intermediario de su abogado, una medida cautelar de la Corte Suprema israelí.
“Esta medida frenó toda evacuación por seis días a partir de la instalación del campamento, el viernes”, indicó una militante, Irene Nasser, a la AFP.
El campamento, bautizado “Bab al Shams” (“La puerta del sol”), situado entre Jerusalén Este ocupada y la colonia israelí de Maale Adoumin, quiere ser una réplica palestina de las colonias ilegales israelíes.
El proyecto de construcción en la zona E1 uniría la colonia de Maale Adoumin a los barrios de colonización judía de Jerusalén Este y cortaría en dos a Cisjordania, lo que comprometería la viabilidad de un Estado palestino.
La comunidad internacional considera como ilegales todas las colonias israelíes y no reconoce la anexión de 1967 de Jerusalén Este, en donde los palestinos quieren establecer la capital de su futuro Estado.