Las tres figuras más poderosas del Gobierno venezolano después de Hugo Chávez se volvieron a reunir el domingo en Cuba para constatar el estado de salud de su líder y sostener reuniones con altos mandos de La Habana.
Diego Oré y Andrew Cawthorne/ Reuters
El vicepresidente, Nicolás Maduro, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, y el ministro de Petróleo y presidente de la estatal Pdvsa, Rafael Ramírez, han estado yendo a Cuba desde que el mandatario de 58 años fue operado por cuarta vez de cáncer a principios de diciembre.
Desde entonces el militar retirado -que se perdió su propia toma de mando el pasado 10 de enero- no ha sido visto ni escuchado en público, lo que ha incrementado las dudas sobre si su delicada salud le permitirá gobernar el nuevo período que ganó recientemente hasta el 2019.
“Aquí estamos reunidos con parte del equipo político que vino a visitar al Presidente Chávez y a su familia”, publicó en su cuenta en Twitter el ministro de Ciencia y Tecnología y yerno de Chávez, Jorge Arreaza.
La diputada opositora María Corina Machado no tardó en responderle: “Raúl Castro se reúne en La Habana con cúpula chavista. Ya sabemos de cuál comandante reciben las órdenes”.
Aunque reconocen la gravedad de la situación, diversas figuras del Gobierno han tratado de mostrar su optimismo respecto a la recuperación de Chávez y su hermano mayor, el gobernador de Barinas, Adán Chávez, negó el sábado los rumores de que estaba en estado de coma.
El domingo, como a lo largo de la semana, continuaban en toda Venezuela las concentraciones y conciertos en solidaridad con Chávez.
“Comandante, tómese su tiempo para regresar a estar con nosotros”, dijo al canal estatal el gobernador de Trujillo, Henry Rangel, durante un acto en respaldo de la decisión del máximo órgano judicial del país que avaló la prórroga de la jura de Chávez el pasado 10 de enero, como estipula la Constitución.
El ministro de Comunicación, Ernesto Villegas, escribió en Twitter que Maduro informó a Chávez sobre las manifestaciones a su favor.
La prensa oficial reseñó que Maduro, Cabello, Ramírez y la procuradora Cilia Flores se reunieron con el presidente cubano, Raúl Castro, pero no hubo detalles sobre el concilio.
“QUE DIGAN LA VERDAD”
La presencia de altos funcionarios venezolanos en La Habana profundizaba los rumores de que la salud de Chávez sería más delicada de lo que dice el Gobierno.
Pero el sábado, el mayor de los hermanos del presidente aseguró que él se recupera día a día.
Sin embargo, aún se desconoce el tipo de cáncer que sufre el mandatario, la fase de la enfermedad, los órganos afectados y qué tipo de intervención se le realizó en Cuba.
El líder opositor Julio Borges reclamó el domingo mayor transparencia en las informaciones oficiales sobre el estado de salud del mandatario.
“Nadie está pidiendo detalles de la operación, ni del tratamiento del presidente, simplemente que se diga la verdad del pronóstico de su salud”, dijo Borges quien, junto a algunos líderes opositores, quieren que se declare a Chávez incapacitado para gobernar.
Eso daría lugar a la designación de Diosdado Cabello como presidente interino mientras se convocan a nuevas elecciones en un período de 30 días. Sin embargo, el Tribunal Supremo de Justicia ya dictaminó que Chávez continúa al mando del país petrolero y jurará su cargo cuando recupere su salud.
Desde que Chávez reveló que padecía de cáncer en junio del 2011, la saga de su enfermedad ha incluido cuatro operaciones, dos recidivas e igual número de regresos triunfales anunciando que había superado el cáncer; el último de ellos, dos meses antes de ganar las presidenciales de octubre.
“Tenemos más de año y medio de contradicciones y anuncios de la completa curación del presidente que luego son desmentidas con recaídas”, agregó Borges.
La salud de Chávez también preocupa fuera de Venezuela, donde sus aliados regionales, como Cuba y Nicaragua, dependen desde hace años de acuerdos mediante los cuales reciben crudo en condiciones preferenciales.
Si Chávez no pudiera volver a continuar al mando de Venezuela, se llevarían a cabo nuevas elecciones y los candidatos más probables serían Maduro, por el oficialismo, y el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, por la oposición.
El joven político de 40 años criticó el domingo en su columna semanal la “parálisis nacional”, pero aseguró que no llamará a protestas callejeras como hicieron en la última década vez tras vez y fracaso tras fracaso.
“¿Quién es el responsable de cumplir esa enorme lista de promesas que hizo el presidente electo en la campaña del año pasado? ¿A quién reclamarle los otros catorce años de promesas incumplidas?”, se preguntó Capriles.
Chávez acumula 14 años como presidente de Venezuela durante los cuales ha intentado llevar al mayor productor de crudo de Sudamérica por la senda de un socialismo con sello propio.
Sin embargo, sus más férreos críticos aseguran que no ha hecho más que dilapidar los enormes recursos que ha recibido gracias al precio exorbitante del barril de crudo.
Entre sus seguidores, en cambio, Chávez es admirado con devoción por haber destinado gran parte de la renta petrolera a decenas de subsidios para los menos favorecidos ganándose, además, un sorprendente apoyo electoral.
(Editado por Patricio Abusleme)