La llegada de Adele y su hijo al aeropuerto de Los Angeles creó revuelo entre los fotógrafos que esperaban tomar una imagen del bebé. La cantante protegió al pequeño de los flashes y salió apresurada del recinto.
La llegada de Adele y su hijo al aeropuerto de Los Angeles creó revuelo entre los fotógrafos que esperaban tomar una imagen del bebé. La cantante protegió al pequeño de los flashes y salió apresurada del recinto.