Su sonido claramente se sentía muy cerca, y sin todavía creerlo, se producía con el estrépito de su paso accidentado por el techo de la vivienda.
Fue cuestión de segundos. Efectivamente, un caballo que había sido maltratado por unos menores huyó subiendo por un costado de tierra de la casa, se montó primero en una placa de cemento de la vivienda vecina y luego pasó al tejado de los Murillo. El techo finalmente no soportó el peso del caballo y se partió.
De cola cayó accidentalmente el caballo en la sala, mientras abrumados sus habitantes abrieron la puerta principal para que el animal saliera y evitar que alguien resultara lastimado.
El hecho se suscitó en un pueblo del Departamento de Santander, Colombia.
En la casa se encontraban tres adultos, dos menores y un bebé de once meses de nacido, de acuerdo con lo relatado por los afectados.
Por su parte, el caballo además de los fuertes golpes que recibió por la caída, se lastimó una de sus patas; sin embargo, aún herido y en medio de la vivienda, se levantó en dirección a una habitación vacía, de donde fue luego rescatado por el Cuerpo de Bomberos Voluntarios.
“Eso fue a las 8:30 de la noche, todos gritábamos y del susto uno de nosotros iba a salir pero accidentalmente el caballo le pegó una patada en un pie. El animal se asustó mucho y empezó a patear una puerta hasta entrar en una habitación, ahí dañó un equipo de música”, relató Andrea Carolina Murillo Galvis.
Los afectados y las autoridades de Policía y Bomberos conocieron que el equino se había salido del cerramiento donde lo tenía su dueño, un habitante del barrio Las Colinas. Seguidamente, tras contactar al propietario, lo trasladaron a un establo.
“Al día siguiente el dueño dijo que solo respondía por el techo dañado, pero los muebles se afectaron, el mini componente y una mesa”, puntualizó Andrea Murillo.