El jefe máximo de las FARC, “Timochenko” o “Timoleón Jiménez”, desmintió que haya divisiones internas en la guerrilla, como han asegurado algunos analistas, y defendió una postura unificada favorable al proceso de paz que negocian con el Gobierno colombiano desde noviembre pasado en La Habana.
El semanario comunista Voz publicó hoy, en su número de la tercera semana de enero, una entrevista en la que “Timochenko” salió al paso de las versiones que atribuyen la ausencia de representantes del Bloque Sur de la guerrilla en la mesa de negociaciones a una división en las filas insurgentes.
“No hay divisiones ni nada que se le parezca”, dijo “Timochenko”, alias de Rodrigo Londoño Echeverri, al matizar que “no hay una sola declaración de “Joaquín Gómez” o “Fabián Ramírez” (jefes de esa unidad) que exprese algún tipo de discrepancia con el resto del Estado Mayor Central de las FARC”.
Como prueba, el máximo jefe del grupo insurgente entregó a la publicación una circular del Bloque Sur en la que conmina a los combatientes a luchar por “la bandera de la paz”.
El exsecuestrado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Sigifredo López afirmó hace unas semanas que sólo el 30 % de los integrantes de la guerrilla están representados en La Habana, y que por eso se registraron ataques armados en el suroeste y el este del país durante la tregua unilateral de Navidad.
Las FARC declararon un cese el fuego entre los pasados 20 de noviembre y 20 de enero, que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, consideró “relativamente” cumplido y que el negociador guerrillero Luciano Marín Arango, alias “Iván Márquez”, consideró interrumpido por unidades que no conocían la orden de frenar las hostilidades, pero no “violado”.
La publicación no especificó cuándo ni dónde se celebró la entrevista, pero ubicó a “Timochenko” en “las montañas de Colombia, bajo el ruido de los aviones y los helicópteros de combate de la fuerza pública”.
Además, según Voz, “está informado al dedillo de todos los incidentes de la mesa de diálogos de La Habana”, además de lo que sucede en cada bloque y cada frente.
“Timochenko” opinó que “la verdadera discusión de los temas de la agenda apenas comienza”, y valoró las aportaciones al diálogo de la sociedad civil a través de los distintos canales de participación, sobre todo del foro agrario que se celebró en diciembre en Bogotá.
“A La Habana llegan oleadas de voces en auténtico clamor por cambios estructurales”, comentó, al lamentar que el Gobierno se haya negado a discutir modelos de desarrollo.
Sin embargo, consideró que “dicha posición está sujeta a cambios en el curso de las conversaciones”.
Asimismo, calificó como un “planteamiento correcto” que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los remanentes del Ejército Popular de Liberación (EPL), desarmado en 1991, hayan manifestado su interés de unirse a una “sola mesa de la unidad del movimiento popular” para ponerle fin al conflicto.
El problema de la tierra en Colombia, país en el que, según el último informe de Pnud, el 1,15 por ciento de la población posee el 52 por ciento de la gran propiedad rural, es el primer tema a tratar en la agenda de la mesa de negociación entre Gobierno y guerrilla.
“Márquez” destacó hoy antes de la sesión de negociación que “ha habido coincidencias (con el Gobierno) en el análisis de la difícil situación que se vive en el campo”. EFE