La presidenta Dilma Rousseff descartó el miércoles un racionamiento de energía en Brasil por la baja producción de las hidroeléctricas, y anunció una reducción mayor a la prevista en el costo del servicio.
El país “tiene y tendrá energía más que suficiente para el presente, para el futuro, sin ningún riesgo de racionamiento”, afirmó la mandataria en un mensaje a la nación.
Sede del Mundial de Fútbol en 2014 y los Juegos Olímpicos 2016, Brasil afronta, por falta de lluvias, una reducción dramática en los niveles de las reservas hidroeléctricas, lo que obligó a accionar su parque de termoeléctricas.
Rousseff consideró equivocadas y “sin fundamento” las previsiones que advirtieron por ello un riesgo de racionamiento de luz como en 2001, y enfatizó que su gobierno está realizando grandes inversiones para duplicar en 15 años la capacidad instalada de energía eléctrica de Brasil, actualmente de 121.000 megavatios.
“Tendremos toda la energía que Brasil necesita para crecer bien este y en los próximos años”, sostuvo la mandataria, y recordó que la mayor economía de Latinoamérica cuenta con diversas fuentes de abastecimiento, como usinas hidroeléctricas, nucleares, térmicas y eólicas.
Además, ya se inició la temporada de lluvias con lo que se reducirá gradualmente la necesidad de termoeléctricas, afirmó Rousseff.
Al mismo tiempo anunció que firmó un decreto que reduce este año el costo de las tarifas para el consumo doméstico y empresarial, por encima de lo que había anticipado en 2012.
La cuenta para los hogares se reducirá en un 18% y hasta en un 32% para la industria, agricultura y comercio, indicó. El gobierno había previsto un recorte inicial de tarifas del 16% y hasta el 28%, respectivamente.
El gobierno de Rouseff logró abaratar los costos de la energía tras renegociar los contratos de concesión eléctrica con la mayoría de empresas de los estados y reducir los impuestos sobre el sector.
Los industriales reclamaban hace tiempo por la reducción de las tarifas de luz por considerarlas entre las más altas del mundo, y una de las causas de los elevados costos de producción que restan competitividad a la industria.
“Vamos a reducir los costos del sector productivo y eso dará más inversión, más producción y más empleo”, declaró Rousseff, quien apuesta fuerte por una reactivación del crecimiento tras dos años consecutivos de desaceleración.
AFP