El británico Bradley Wiggins, ganador del Tour de Francia de 2012, declaró este jueves que no siente “ninguna simpatía” por el estadounidense Lance Armstrong, desposeído el pasado año de sus siete títulos de la gran ronda francesa.
Wiggins explicó que había visto por televisión, “con el corazón roto” como aficionado, la confesión de Armstrong a la presentadora Oprah Winfrey, la pasada semana. Tras la emisión, dijo sentir un gran enfado.
“Lo que me contraría más es sobre 2009 y 2010. Pensé: +estás mintiendo, bastardo+”, explicó Wiggins, en alusión a las palabras del texano sobre que no recurrió al dopaje desde que en 2009 reapareció en la competición.
“Recuerdo todavía estar corriendo a su lado y el que vi en la llegada al Verbier y luego en la cima del Ventoux una semana más tarde, cuando estábamos los dos juntos en el control antidopaje, no era el mismo corredor”, añadió.
Armstrong había terminado la primera etapa de los Alpes, en Pontarlier-Verbier (Suiza), en novena posición, a un minuto y 36 segundos del español Alberto Contador. En la llegada al Ventoux, Armstrong había sido quinto, a 41 segundos del triunfador del día, el español Juan Manuel Gárate.
Wiggins explicó que había visto la confesión de Armstrong con su hijo de 7 años de edad.
“Es muy difícil. Luego tuve que explicar a mi hijo de qué se estaba hablando”, señaló, contento por poder decirle que él ganó la misma carrera, el Tour de Francia, pero en unas condiciones muy diferentes.
AFP