Una ballena jorobada adulta fue salvada hoy y devuelta al mar por equipos de rescate tras permanecer varada en la playa Tamarindo, en la bahía de San Juan del Sur, en el litoral Pacífico de Nicaragua, informó el Comité Ballena Azul.
“Unos pescadores la encontraron (a la ballena) en la costa. Estaba muy golpeada, pero solicitamos ayuda y se logró salvar”, dijo a Efe Yanina Luna, representante del Comité Ballena Azul, un organismo no gubernamental nicaragüense.
El cachalote fue localizado frente a la playa El Tamarindo, situado a cuatro kilómetros de la bahía turística de San Juan del Sur, cerca de la frontera con Costa Rica, en el Pacífico.
Luna explicó que oficiales de la Fuerza Naval y voluntarios de la cooperativa Arrecife, que ofrece el servicio de avistamiento de ballenas en esa zona, acudieron al rescate del cetáceo.
El equipo de rescate solicitó ayuda al Comité Ballena Azul y éste giró indicaciones con asesoría de expertos argentinos del organismo Cetus, añadió.
Las recomendaciones fueron mantener húmedo al animal, cuidar que no entrara agua en su espiráculo (nariz) y evitar la aglomeración de personas, mientras excavaban una zanja para que el mar hiciera el resto.
“Hicimos todo eso y ella se fue nadando. No fue necesario hacer nada más”, afirmó Luna.
El Comité Ballena Azul no descartó que el accidente de la ballena haya sido causado por humanos.
“Por los golpes pensamos que pudo haber colisionado con una embarcación grande”, opinó Luna.
En esta época del año las ballenas acuden frente a las costas del Pacífico sur de Nicaragua para aparearse, parir y alimentarse, ya que estas aguas son ricas en krill y plancton, base alimenticia de estos cetáceos, explicó ese Comité.
Este organismo contabilizó el avistamiento de 327 ballenas jorobadas entre diciembre de 2011 y marzo de 2012. Nicaragua tiene reportes sobre avistamientos de ballenas desde la costa.
El avistamiento de ballenas en el Pacífico sur de Nicaragua es un negocio naciente.
En los últimos tres años un grupo de 17 pescadores dejaron su oficio para dedicarse exclusivamente al avistamiento de cachalotes.
Sus ingresos pasaron de 25 dólares por jornada a 250 dólares, según Luna.
El Comité Ballena Azul conoció de dos ballenas varadas en septiembre pasado, también frente a las costas del Pacífico sur de Nicaragua.
“Se hace urgente hacer medidas para rescatar a las ballenas que se encuentran en esta situación. Queremos programar un taller de capacitación para la Fuerza Naval, que no sabe cómo actuar en casos como estos”, sugirió Luna.EFE