Un incendio en una discoteca del sur de Brasil repleta de estudiantes universitarios dejó al menos 233 muertos este domingo, en su mayoría asfixiados en un tumulto, así como 116 heridos, según el último balance oficial.
Los sobrevivientes relatan el caos, la desesperación y el pánico al no poder escapar por puertas trancadas o muy estrechas. Con la ayuda de pesados martillos, los rescatistas abrieron brechas en el muro para poder liberar a más personas.
“Fue un horror. Perdí a un amigo muy cercano. Las salidas de emergencia eran insuficientes”, dijo el joven dentista Mattheus Bortolotto al canal de televisión Band News.
“Una chica murió en mis brazos. Sentí cómo su corazón dejaba de latir. Sólo había visto eso en el cine”, relató.
“Las barreras metálicas utilizadas para organizar las filas de espera bloquearon la evacuación. Las personas se entrechocaban, caían (…) Los que estaban en el fondo de la discoteca quedaron atrapados”, añadió.
El fuego se inició en la madrugada del domingo, hacia las 02h00 (04h00 GMT), luego de que un integrante de una banda musical que tocaba en el escenario lanzara una bengala, según los bomberos y testimonios. El incendio fue controlado recién cinco horas después.
“Puerta cerrada”
Al inicio del incendio agentes de seguridad mantuvieron la puerta cerrada para intentar que las personas pagaran sus consumiciones antes de salir, dijeron testigos.
“Gritamos ‘fuego, fuego’, pero el (encargado de) seguridad abrió los brazos para mantener la puerta cerrada. Unos cinco o seis derribaron al de seguridad y tiraron la puerta abajo. Era la única salida”, dijo Murilo de Toledo, estudiante de medicina de 26 años, otro sobreviviente.
Una vez fuera, el joven quiso ayudar a sus amigos. “El fuego era muy fuerte, quemaba y sofocaba, no podíamos entrar. Agarrábamos a quien podíamos y lo tirábamos hacia afuera, yo agarré a alguien por los pelos para sacarlo”, dijo a la radio CBN.
“Había un montón de gente, unos encima de los otros. Hubo gente que entró en el baño pensando que era la puerta, una vez allí no conseguía más salir, se desmayaron, morían en el baño”, relató.
El analista de sistemas Max Müller, de 33 años, que pasaba en coche frente a la discoteca hacia las 03h15 (05h15 GMT), registró fuertes escenas con su filmadora.
“Lo que vemos en el video es 10% de lo que vi. Y la situación empeoraba a medida que la noche pasaba”, contó Müller a la AFP, “aún en estado de choque”.
“Vi víctimas con un lado de la cara derretido, personas que intentaban ayudar haciendo masajes cardíacos sin saber cómo hacerlo y que quebraban huesos”, agregó.
Las personas “entraron en pánico y acabaron pisoteándose unos a otros. La principal causa de muerte fue la asfixia”, dijo el jefe de bomberos Guido de Melo.
“La seguridad trancó la salida de las personas que estaban en el local y eso causó un gran pánico y un tumulto”, añadió.
La presidenta Dilma Rousseff adelantó su retorno de Chile, donde participaba en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE), para visitar el lugar de la tragedia.
“Estamos juntos en este momento de tristeza y necesariamente lo vamos a superar”, dijo emocionada la mandataria, que declaró tres días de luto nacional.
Las autoridades cancelaron también los actos de conmemoración de los 500 días para el Mundial-2014 previstos para este lunes. El poster oficial del Mundial, que debía ser anunciado en esa ocasión, será develado el miércoles en Rio de Janeiro.
El Comité Olímpico Brasileño (COB) deploró “profundamente la tragedia de Santa Maria” y presentó sus “más sinceras condolencias a las víctimas”.
Brasil, que acogerá el Mundial de fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 en Rio, los dos mayores eventos deportivos del mundo, está actualmente bajo la lupa de las instituciones deportivas internacionales.
Este es el segundo incendio con más muertos en la historia de Brasil, luego del fuego en un circo que dejó 533 muertos en Niterói, frente a Rio de Janeiro, en 1961, recordaron las autoridades.
“¡Mataron a mi hijo!”
Según el jefe de bomberos Guido de Melo, el incendio se desató por una bengala lanzada por un miembro de la banda de música que se presentaba en la discoteca.
El gobernador del estado, Tarso Genro, pidió una “profunda investigación” para determinar las causas de la tragedia y culpabilidades.
El permiso de la discoteca otorgado por los bomberos para operar “está vencido desde agosto”, según los bomberos.
Jóvenes sobrevivientes, algunos con los rostros ennegrecidos por el humo, y familiares aguardaban con angustia la identificación de las víctimas.
“¡Mataron a mi hijo, mataron a mi hijo!”, gritó desesperada una madre antes de desmayarse, tras recibir la noticia de que su hijo ha muerto, constató un periodista de la AFP.
“Tememos que la mayoría (de las víctimas) sean estudiantes nuestros”, dijo a la AFP el vicerrector de la la Universidad Federal de Santa María, Dalvan Reinert, aludiendo a alumnos de las seis facultades de esa institución que organizaban la fiesta en la discoteca.
La tragedia recuerda el incendio en la discoteca República Cromañón en Buenos Aires, el 30 de diciembre de 2004, que dejó 194 muertos y 1.432 heridos.
Divulgan la lista con nombres de las 233 víctimas
Las autoridades del estado brasileño de Río Grande do Sul divulgaron en la noche de hoy una lista con los nombres de las 233 víctimas fatales del incendio que en la madrugada de este domingo destruyó la discoteca Kiss de la ciudad de Santa María.
La lista contiene los nombres de 120 hombres y de 113 mujeres, en su gran mayoría jóvenes universitarios, cuyos cuerpos fueron trasladados al Centro Deportivo Municipal, un gimnasio de Santa María convertido en depósito de cadáveres.
La secretaría de Seguridad Pública de Río Grande do Sul aclaró que la identificación de la mayoría de las víctimas fue totalmente concluida pero que la lista aún es provisional debido a que faltan algunas confirmaciones.
De las 233 víctimas, 211 fueron reconocidas por sus familiares y sólo 22 tuvieron que ser sometidos a exámenes de dactiloscopia para establecer su identidad, según un comunicado del Instituto General de Pericias.
Según la Defensa Civil, de los cerca de 200 cadáveres con la identidad totalmente confirmada al comienzo de la noche del domingo, 112 habían sido entregados a sus familiares.
La Defensa Civil informó igualmente de que, por su gravedad, 18 de los 106 heridos fueron trasladados a hospitales de Porto Alegre, la capital de Río Grande do Sul, estado en el sur de Brasil fronterizo con Argentina y Uruguay.
Casi todas las víctimas fatales eran estudiantes de entre 18 y 30 años de diferentes facultades de la Universidad Federal de Santa María que celebraban una fiesta en la discoteca Kiss.
Según las primeras investigaciones, el incendio comenzó hacia las 2.30 hora local (4.30 GMT) cuando fue encendido en el escenario de la discoteca un fuego pirotécnico conocido como “Lluvia de plata”, cuyas chispas alcanzaron la espuma utilizada como aislante acústico en el techo del establecimiento.
Además del uso de un artefacto no permitido dentro de un establecimiento cerrado, para la tragedia contribuyeron el pánico provocado por la rápida expansión de la humareda y la supuesta decisión de los vigilantes de cerrar las puertas para evitar que el público saliese sin pagar, según los bomberos.
La difícil evacuación y la avalancha de personas corriendo hacia la única salida causaron numerosas muertes por asfixia.
Con información de Agencias
Fotos Efe, Afp y Reuters
Video EFE