La ejecución de Kimberly McCarthy, una negra de 51 años condenada por un asesinato cometido en 1997, prevista para este martes en Texas (sur de EEUU), fue aplazada al 3 de abril, informó el Departamento de Justicia del estado.
“La ejecución fue aplazada al 3 de abril por un tribunal de distrito en Dallas”, dijo un portavoz del Departamento de Justicia de Texas, sin dar más detalles sobre las razones de esta postergación.
Sólo 12 mujeres han sido ejecutadas en Estados Unidos desde la reinstauración de la pena de muerte en 1976, la última en 2010.
El lunes, los abogados de McCarthy le escribieron al gobernador republicano de Texas, Rick Perry, pidiéndole posponer la ejecución, con el argumento de que su clienta, una negra juzgada por el asesinato de una septuagenaria blanca, había sido condenada por un jurado de 13 miembros de los cuales 12 eran blancos.
“La diferencia en el trato de los condenados en Texas en función de su raza queda cada vez más establecida”, escribieron los abogados en su carta, de la cual la AFP obtuvo una copia.
McCarthy, quien se encuentra en el corredor de la muerte desde hace 14 años, iba a ser ejecutada por inyección letal el martes a las 18H00 hora local (00H00 GMT).
Kimberly McCarthy fue condenada a muerte por el asesinato, en 1997, de su vecina Dorothy Booth cerca de Dallas.
McCarthy fue declarada culpable de ingresar por la fuerza a la casa de Booth con el pretexto de pedirle prestado un poco de azúcar, según documentos judiciales a los que accedió la AFP.
A continuación, golpeó a la anciana con un candelabro, la apuñaló cinco veces y le cortó un dedo para robarle un anillo de diamantes.
McCarthy salió luego al volante del automóvil de la víctima en busca de crack, vendió el anillo por 200 dólares y utilizó la tarjeta de crédito de la fallecida al menos cuatro veces después del homicidio.
La Fiscalía la acusó además de la muerte de otras dos personas mayores.
La primera condena de McCarthy, en 1998, fue revertida en apelación, pero confirmada en un segundo juicio en noviembre de 2002.
“Hoy, un caso como este, con un contexto de adicción a las drogas y otras circunstancias atenuantes, podría terminar sin pena de muerte”, dijo Richard Dieter, director del Centro de Información sobre la Pena Capital (DPIC).
“Kimberly McCarthy fue condenada a muerte cuando Texas condenaba a muerte a 40 personas por año. Hoy en día, las penas de muerte han descendido a ocho por año”, agregó.
AFP