El marido de la protagonista de la historia ya se olía que su pareja le estaba siendo infiel. Con algunas pruebas, visitó al brujo de la localidad para dar un escarmiento tanto a ella como a su amante y, ya de paso, destapar el trío amoroso que le tenía la mosca detrás de la oreja.
Increíblemente, el malefició tuvo efecto en el siguiente encuentroo de la pareja de amantes: ambos se quedaron pegados en pleno acto. La infiel y su compañero se vieron obligados a llamar a urgencias, que rato después se personaron en la vivienda, trayendo consigo a media ciudad, al lloroso y cornudo marido yhasta a los medios de comunicación.
El embarazoso problema tuvo que ser solucionado por un sacerdote, que consiguió separar a la pareja con oraciones tras seis horas en que los sanitarios intentaron despegarlos sin éxito.