Una joven de 29 años decidió no tener nunca más relaciones sexuales ya que las considera asquerosas. Dice que no disfruta estar con otro hombre y que no siente la necesidad de hacer feliz a otra persona. Sin embargo, aclara que en un futuro le gustaría casarse y ser mamá.
Lisa Smith a sus 29 años, ha decidido nunca más tener relaciones sexuales por considerarlas repugnantes. Lisa comenta que durante sus relaciones intentó postergar el sexo, mientras sus parejas hacían hasta lo imposible por propiciarlo. “Mis estrategias para evitar el sexo se habían acabado y fue así, como ocurrió lo inevitable. Simplemente no disfrutaba de nuestros encuentros. Me repugnaba. Solo podía soportarlo cuando enfocaba mi mente en otra cosa”.
Smith vivió con dos de sus anteriores parejas y asegura que no tiene ningún impedimento físico para hacerlo, pues los médicos se lo han confirmado en varias oportunidades, simplemente odia el sexo.
“Mis padres tenían una actitud positiva y abierta hacia el sexo. No hay ningún incidente oscuro acechando mi pasado que explique mi aborrecimiento: no he sido abusada, ni maltratada, y nunca he sido obligada a tener relaciones sexuales”, aclaró.
En cuanto a la posibilidad de sentirse atraída por personas del mismo sexo, señala que no es la razón de su rechazo. “Odio el sexo, y he decidido nunca más someterme a la tortura de nuevo. Yo no soy gay, y no siento ninguna atracción física hacia las mujeres, estoy en perfecto estado físico, pero mi vida sexual ha terminado (…) Me encantaría estar casada, construir una casa, para disfrutar de una relación de por vida con un compañero. Quiero amar y ser amada”.
“No encuentro los hombres aborrecibles. Por el contrario, le agradezco su belleza y disfrutar de su compañía. Me gustan los mimos, no me importa besar y anhelo el cariño, pero nada más que eso”, agregó.
Smith ha investigado su caso y ha encontrado que sólo el uno por ciento de la población es asexual como ella. Los porcentajes son poco alentadores, ya que la mitad de estas personas son hombres y un porcentaje más pequeño es gay. “Me he resignado al hecho de que hay pocas probabilidades de encontrar a un hombre”.
Señala con pesar que sus padres no sepan hasta ahora, de su inapetencia sexual. “Ellos creen que no he conseguido el hombre indicado para casarme y tener hijos, no saben que para mí el sexo es una miseria y una penitencia, pero no tengo porque aguantar sólo por hacer felices a los demás”, sentenció.