La mañana de este jueves llegó un cargamento de harina de maíz a Cantaura y eso fue suficiente para que se alterara la paz y la tranquilidad en la capital del municipio Freites, estado Anzoátegui, informó El Tiempo.
Como los chamariaperos tenían varios días buscando como “palito de romero” el necesario alimento, apenas se corrió la voz de la llegada de las pacas de harina precocida a varios abastos de comerciantes asiáticos, se desataron las colas y el alboroto.
La Guardia Nacional Bolivariana y la reserva tuvieron que correr de inmediato a los sitios donde se descargaba la mercancía, pero no para comprar paquetes de harina de maíz para el destacamento militar, si no para controlar a la muchedumbre y evitar que se formara alguna tángana o se colearan los más vivos.
Varios consumidores que se encontraban en la cola mostraron su descontento porque sólo se podía comprar dos paquetes por persona.
Los clientes coincidieron en que eso sólo alcanzaba para cubrir las necesidades alimenticias de dos días en el caso de las familias numerosas.
Por ello, se veían obligados a calarse cualquier cantidad de colas para poder adquirir el producto de maíz.