Las Farc reclamaron hoy la necesidad de una “gran campaña para proteger” la mesa de conversaciones que intenta alcanzar la paz en Colombia y dar tiempo suficiente a esos diálogos, frente a la escalada de la guerra que, a su juicio, “ordena” el Gobierno colombiano.
“Es preferible darle tiempo suficiente a una iniciativa de diálogo, que perpetuar la injusticia y la guerra sin otra opción”, dijo la guerrilla en un comunicado leído por el número dos de las Farc, Luciano Marín (alias “Iván Márquez”), a su llegada al Palacio de Convenciones de La Habana donde continúan los diálogos de paz colombianos.
La nueva ronda de conversaciones que se inició ayer martes en Cuba ha arrancado empañada por el repunte del conflicto en Colombia, con recientes combates y secuestros que han suscitado un tenso cruce de acusaciones entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
Hoy la guerrilla, que no admitió preguntas de la prensa tras leer su comunicado, reprochó las negativas del Gobierno de Juan Manuel Santos a todas las propuestas que ha hecho la guerrilla, entre ellas la de declarar un cese al fuego bilateral o “regularizar” el conflicto para atenuar su impacto.
También criticaron los “noes” del Gobierno a la celebración de los diálogos de paz en territorio colombiano, a la solicitud de que el guerrillero Simón Trinidad (que cumple condena en Estados Unidos) participara en la mesa de conversaciones, o al pedido de una Asamblea Constituyente para refrendar los eventuales acuerdos de paz.
“Ya son múltiples y estridentes los ‘noes’ del Gobierno a todas nuestras iniciativas en favor de la paz de Colombia. De complemento, el pueblo ha escuchado a través de los medios de comunicación, la reiteración de la orden gubernamental de arreciar la guerra, que extrañamente ahora se hace acompañar de quejas por sus consecuencias, mientras se nos llama cínicos”, lamentaron las Farc.
Como es habitual desde que en noviembre comenzaron en La Habana los diálogos de paz, los negociadores del Gobierno no hicieron declaraciones a los medios a su llegada al Palacio de Convenciones.
EFE