El ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Héctor Timerman, se declaró convencido este martes de que las disputadas islas Malvinas volverán a estar bajo control de Argentina dentro de 20 años, en el inicio de su primera visita a Londres.
“No creo que tarde otros 20 años. Creo que el mundo está entendiendo cada vez más que este es un tema colonial, un tema de colonialismo, y que la gente que vive allí fue transferida a las islas”, declaró en una entrevista con los diarios The Guardian y The Independent.
“No hay ni un solo país en el mundo que apoye el derecho del Reino Unido a gobernar las Malvinas. Ni uno”, agregó el canciller antes de acusar a los británicos de “no haber desaprovechado nunca una oportunidad de desaprovechar una oportunidad para encontrar una solución para las Malvinas”.
Esta visita de dos días, que coincide con lo que Argentina llama el 180º aniversario de la “usurpación” del archipiélago del Atlántico Sur que los británicos llaman Falklands, está destinada a presionar al Reino Unido a que negocie una resolución pacífica de la disputa de soberanía.
Timerman no se entrevistará con ningún miembro del gobierno, después de que el ministro de Relaciones Exteriores, William Hague, rechazara su petición de una reunión “bilateral a solas”, y condicionara el encuentro a la presencia de representantes del gobierno de las islas bajo control británico desde 1833.
El canciller visitó sin embargo el parlamento británico para hablar con miembros del interpartidista de relaciones británico-argentinas, acompañado de los presidentes de las comisiones de Relaciones Exteriores del Congreso argentino, el senador Daniel Filmus y el diputado Guillermo Carmona.
Ante sus anfitriones, insistió en que su país no reconocería el resultado del referéndum en el que en marzo la población de las Malvinas se pronunciará sobre si desea seguir siendo un Territorio de Ultramar británico.
“El referéndum de autodeterminación no se aplica a las Malvinas. No es una población colonizada, es un territorio colonizado”, dijo a los miembros de la comisión, según los periodistas presentes.
El presidente del grupo, Robin Walker, agregó después que los “parlamentarios británicos también expusieron muy claramente su posición del respetar la autodeterminación de los ciudadanos de las Falklands”.
Sin embargo, Walker consideró importante “alentar el diálogo en las muchas cosas importantes en las que los dos países pueden trabajar juntos”, destacando los 1.400 millones de libras (2.190 M de dólares) anuales de comercio bilateral.
Al salir de la reunión, uno de los dos representantes de la asamblea legislativa de las Malvinas que se encuentran esta semana en Londres, Dick Sawle, trató de entregarle una carta a Timerman, pero éste no la aceptó.
En ella invitaba al canciller argentino a “discutir nuestras diferencias de una manera razonable y constructiva”, recordándoles que las islas nunca habían buscado “un conflicto o una confontación con Argentina”.
“Aunque valoramos nuestros vínculos con el Reino Unido, somos nuestra propia comunidad, libre de decidir nuestro futuro político. Creemos que el referéndum del mes que viene dejará muy claro que no queremos ser gobernados por Argentina”, decía la carta, de la que la AFP obtuvo copia.
Timerman, que abandonó el parlamento sin hacer declaraciones, debía asistir luego a una recepción con representantes de 18 grupos europeos que respaldan un diálogo entre Reino Unido y Argentina sobre la cuestión de las Malvinas.
El miércoles participará en una reunión de trabajo con el Grupo, formado por políticos, académicos, escritores y periodistas, que debería concluir con una declaración, tras la cual ofrecerá una rueda de prensa.
El comité de descolonización de la ONU vota desde los años 1960 resoluciones anuales que invitan a los dos países a entablar un diálogo sobre las Malvinas, que Londres siempre ha rechazado amparándose en el derecho de autodeterminación de los isleños.
La disputa por la soberanía dio lugar en 1982 a una sangrienta guerra de 74 días que dejó 649 soldados argentinos y 255 británicos muertos.
Desde entonces Argentina canaliza sus reivindicaciones por la vía diplomática, pero el tono entre los dos países aumentó desde que empresas británicas iniciaron una campaña de exploración petrolera en las islas en 2010 y desde entonces la tensión ha ido en aumento.
AFP