Un ladrón de autos de Nueva York tuvo que interrumpir su huida en una camioneta que acababa de sustraer a una pareja porque no se dio cuenta de que viajaba con el único testigo del delito: una bebé instalada en el asiento trasero.
Quizás el ladrón tuviera sus principios, o no quería cambiar pañales, pero el vándalo, captado por una cámara de vigilancia cuyas imágenes fueron emitidas por la NBC, pronto interrumpió su accidentada huida.
Los padres de la bebé de siete meses la habían dejado sentada en la parte trasera del vehículo el martes por la tarde mientras hacían unas compras en una tienda del Bronx.
Las imágenes publicadas muestran al ladrón mirar alrededor, saltar luego a la camioneta, que había sido dejada en marcha, y arrancar inmediatamente. Sin embargo, sólo recorrió una corta distancia antes de abandonar el vehículo y, con él, a su joven intrusa.
La cadena de televisión NY1 mostró fotografías de la linda acompañante del ladrón y citó a un enfermero, que aseguró que la bebé se encontraba ilesa y que estaba siendo examinada en el hospital.
Por otra parte, no había información inmediata sobre el paradero del frustrado ladrón.