El papa Benedicto XVI tiene programadas pocas apariciones públicas antes de su renuncia, el 28 de febrero, durante las cuales se despedirá de fieles, sacerdotes y cardenales, indicó este martes el Vaticano.
El portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, también indicó que la encíclica sobre la fe, con la que completaba la trilogía iniciada con el tema de la caridad y la esperanza y que había empezado a escribir, “finalmente no será publicada”.
Por el momento, el pontífice no ha anulado ninguna de las citas que tenía previstas en febrero. Después de la tradicional audiencia general del miércoles en la sala Pablo VI del Vaticano, el Papa presidirá por la tarde en la basílica de San Pedro los ritos del Miércoles de Ceniza y que dan inicio a la Cuaresma, es decir a los 40 días de reflexión y ayuno que presiden la Semana Santa y la Pascua.
La ceremonia estaba prevista en la basílica de Santa Sabina, en la colina romana del Aventino, pero el Vaticano decidió cambiar el lugar.
“Muchos fieles quieren venir, muchos cardenales dijeron que querían participar. Santa Sabina se quedó demasiado pequeña”, dijo Lombardi.
El jueves, el Papa conversará con los sacerdotes de Roma en la sala Pablo VI para una catequesis.
Entre sus últimas intervenciones públicas que ya han sido confirmadas figura el tradicional Ángelus del domingo, después del cual Benedicto XVI se retirará para una semana de ejercicios espirituales coincidiendo con la Cuaresma.
El miércoles 27, un día antes de su renuncia, el Papa dirá adiós a los fieles en la plaza de San Pedro, donde se espera la presencia de miles de personas.
El portavoz del Vaticano desmintió que se prepare un evento especial con presencia de personalidades públicas.
Afp