El diario no precisa a cuándo remontan los hechos, solo detalla que el ladrón fue arrestado en un autobús urbano que cubre la línea 800 entre Hay Barnusi y Mohamedía, en posesión del teléfono móvil que había robado a uno de los pasajeros y de una arma blanca oculta en su ropa.
El acusado fue remitido al Tribunal de Primera Instancia, que lo derivó, a su vez, al Tribunal Penal, por incompetencia y considerar los hechos como un delito, en aplicación del artículo 508 del Código Penal marroquí.
Este artículo y el siguiente estipulan una pena de entre 20 y 30 años de cárcel cuando el robo es cometido “en caminos públicos o en vehículos que sirven de transporte” de viajeros, o si es cometido con violencia, amenaza de violencia o por la noche.
Al parecer, el juez aplicó una circunstancia atenuante -y por ello aplicó la pena mínima, 20 años en lugar de 30- por carecer el acusado de antecedentes penales.
La misma fuente indicó que la Fiscalía apeló el juicio y pidió aplicar la pena máxima.
Mientras, la defensa del acusado pidió reconsiderar el caso, dado que en robos similares fueron aplicadas otras disposiciones del Código Penal y las sentencias no superaron los cinco años de prisión. EFE