San Malaquías nació en el año 1094, en Armagh, Irlanda. Durante una visita a Roma, tuvo una visión sobre todos los papas que conducirían la Iglesia Católica. Malaquías volcó sus visiones a un manuscrito, donde catalogó a 112 papas. Los últimos cinco, Flos Florum, De Medietate Lunae, De Labore Solis, Gloria Olivae y Petrus Romanus, son fácilmente identificados con los últimos cinco papas que han conducido la Iglesia Católica.
Según la profecía, el último Papa será Pedro el Romano (Petrus Romanus). “En la última persecución de la Santa Iglesia, ocupará el trono Pedro el Romano, que hará pastar a sus ovejas en medio de numerosas tribulaciones; pasadas estas tribulaciones, la ciudad de las siete colinas será destruida y el juez terrible juzgará al pueblo”.
Los estudiosos coinciden en que Roma es la ciudad de las siete colinas, y el juez terrible, no puede ser otro que Dios, que juzgará a los sobrevivientes. Pero lo que para algunos expertos de los manuscritos es el “fin de los días”, el fin de la humanidad, para otros, significaría el final de la Iglesia Católica, por lo menos como hoy la conocemos.
¿Será entonces una profecía “apocalíptica”, el fin de la humanidad? ¿O tal vez el comienzo de una nueva etapa de la Iglesia? ¿Un nuevo orden?
Durante su última peregrinación a Roma, en 1148, San Malaquías dio a conocer su última profecía, que se cumpliría puntualmente: el lugar y día de su propia muerte, en Clairvaux, Francia, el día de todos los santos, 2 de noviembre de ese mismo año.