Roger Clemens dijo poco públicamente tras votación para el Salón de la Fama.
Alrededor de un mes después, Clemens está dispuesto a compartir sus reflexiones, pero el ganador de 354 partidos insistió que no tiene intención de poner en marcha una campaña de cabildeo para conseguir ser elevado a Cooperstown.
“No perderé el sueño por esto”, dijo Clemens. “Si esas personas consideran que merezco estar ahí, entonces merezco estar ahí. Si consideran que no, entonces también está bien”.
Clemens estuvo el lunes en el campamento de pretemporada de los Astros de Houston, en su función de instructor especial. Conversó un poco con los lanzadores del equipo sobre la preparación mental para un juego. Después, vio a algunos de los Astros lanzar en una práctica de bateo.
Clemens, de 50 años, parecía relajado luego de un año turbulento.
Fue absuelto el año pasado por cargos de obstrucción, y de haber mentido al Congreso, al negar que utilizó sustancias prohibidas para poder prolongar su carrera. El mes pasado, Clemens, Barry Bonds y todos los demás en la boleta de votación se quedaron cortos para entrar al Salón de la Fama. Las estadísticas superlativas no fueron suficientes para compensar las sospechas de dopaje.
“La he pasado muy bien cuando fui a Cooperstown”, dijo Clemens. “Conozco a muchas personas que trabajan ahí, también. La gente en las calles de los lugares donde he trabajado ha sido maravillosa conmigo”.
AP