La derrota de los cubanos es absoluta y total. Lo supe el otro día al ver a Castro decrépito. Ese viejo decrépito morirá pensando que tenía razón en todo y su vida al terminar será una vida completamente maquillada (el cerebro humano es el gran maquillador). Concluirá el criminal su vida sin crímenes y morirá completamente convencido de que salvó al país e hizo lo mejor para sus millones de víctimas, es decir para todos los habitantes de la isla.
La única manera de ganarle a Castro sería pegándole un tiro en la cabeza. Un tiro en la cabeza después de dejarle saber que se le mata por criminal y por haber arruinado y envilecido a todo un país. Es la única manera de ganarle. La guerra se gana o se pierde en su cerebro.
¿La Historia? No me hagan reír. Vivo. Ahora es cuando importa. Sólo ahora. Pero como no sucederá, es mejor que nos vayamos acostumbrando a la derrota.
Confieso que antes la derrota me molestaba. Pero afortunadamente ya todo eso me importa un carajo.
_____________
Juan Abreu es escritor y pintor cubano. Exilado en Barcelona, España.