Al dentista
Aunque tienen menos caries que los humanos, los perros y los gatos también sufren a causa de sus dientes. Según el doctor Adalberto Amato, especialista en odontología veterinaria, nuestras mascotas tienen lesiones de esmalte semejantes a nuestras caries. Y para sanarlos, la operatoria es la misma.
Pero tal vez más curioso que esto sea el hecho de que los perritos también pueden necesitar brackets. ¿Se acuerdan del caso de Oringo, el famoso perro de Mariana Fabbiani? Fue uno de los pacientes de Amato allá por 2009. “Se aplican aparatos adecuados a la anatomía y fisiología de cada especie y a los tiempos de evolución, que son diferentes en cada una y respecto del hombre”, explica el médico. Aquí la ortodoncia se usa para los trastornos de mala oclusión; es decir, cuando la mala mordida puede generarles lesiones en el tejido blando, las encías o el paladar, por ejemplo. Y al igual que en las personas, se les toma la impresión y se les mandan a hacer los aparatos.
Y hay más. En la cavidad bucal de nuestras mascotas aparecen diversas patologías que pueden ser tanto dentales como óseas o del tejido blando. Según Amato, la más frecuente es la enfermedad periodontal, que comienza, como en nosotros, con la formación de placa bacteriana y luego sarro sobre la superficie del diente. Te vas a dar cuenta si tu mascota la sufre, porque vas a notarle mal aliento.
Entonces, para que tu perro o gato no tenga que pasar por los tan molestos dolores de muelas, llevalo dos veces al año a su veterinario y hacé que le revisen la boca. Además, higienizale los dientes en casa con un buen cepillado, y si ves algún tipo de lesión o inflamación, llevalo a la consulta.
Mascotas homeopáticas
Creada en 1796 por el doctor alemán Samuel F. Hahnemann, la homeopatía extrae sus medicamentos de los reinos mineral, vegetal y animal. De hecho, un 60% de ellos son de origen vegetal. Se trata de una disciplina holística, que no sólo tiene en cuenta los síntomas orgánicos, sino también la psiquis de sus pacientes y su modo de reaccionar ante el medio. La doctora María Carolina González Gómez cuenta que la homeopatía veterinaria nació con el mismo doctor Hahnemann, quien la aplicó exitosamente en su caballo, que padecía una afección ocular crónica.
Agresividad excesiva, celos desmedidos y temores paralizantes son algunos de los síntomas que pueden, según González Gómez, tratarse con la homeopatía. “Los animales de compañía muchas veces se comportan como esponjas que tienen la capacidad de absorber todo lo que se respira en la atmósfera del núcleo familiar, mimetizándose con la personalidad de sus amos. En algunos casos, las personas toman el mismo remedio que su compañero animal”, afirma la especialista. “A los consultorios de médicos veterinarios especializados en homeopatía unicista llegan muchos animales con patologías diversas. Los dueños son entrevistados en profundidad, deteniéndose especialmente en la historia biopatográfica, de la cual se rescatan datos muy importantes que han marcado la vida de ese paciente, como puede ser la muerte de su guardián, la introducción de otro animal, el maltrato reiterado, y muchas otras causalidades o agentes que resultan los desencadenantes”, dice la médica veterinaria, para quien todas las enfermedades, incluso las graves, pueden ser tratadas homeopáticamente. Por último, entre las ventajas de esta rama de la medicina González Gómez señala que cura sin dejar efectos secundarios para el organismo, no presenta contraindicaciones ni toxicidad, se administra fácilmente en forma de glóbulos o gotas por vía oral, y previene y evita la reaparición de las enfermedades.
Analizados
Si bien no se trata de una típica sesión de terapia, los perros y gatos a veces van al psicólogo. O, mejor dicho, al etólogo, que es ni más ni menos que el médico veterinario especialista en comportamiento animal. El doctor Ricardo Bruno es uno de ellos y asegura que una mascota tiene un problema que amerita ser tratado cuando su conducta se hace peligrosa, insegura, molesta o inconveniente para la vida cotidiana, tanto para ella misma como para otros animales o personas que conviven con ella. “También cuando presenta cambios en su accionar que afectan su salud física y/o cuando una enfermedad clínica altera su comportamiento, que hasta ese momento era normal”, suma Bruno.
Para saber si el problema de tu mascota se puede revertir, el especialista debe realizar un diagnóstico, un pronóstico y luego darte un tratamiento, que puede incluir desde técnicas de modificación de la conducta hasta procedimientos quirúrgicos, terapias farmacológicas y más. “A diferencia de lo que sucede con otras especialidades veterinarias, el propietario del animal enfermo tiene una participación activa en la corrección del problema de su mascota. Que, en gran parte, comienza a resolverse cuando conoce y aprende a respetar las necesidades no sólo físicas, sino también conductuales, de su animal”, asegura Bruno.
Otra diferencia con las terapias psicológicas humanas es que entre las mascotas los tratamientos son más cortos, y la corrección de la patología suele lograrse en un período de uno a tres meses. Además, por lo general, las consultas se realizan en el domicilio del animal, porque así se puede observar de manera directa el ambiente en el que vive, su relación con el entorno y con sus dueños. Entre los problemas más frecuentes, los perros presentan agresión, ansiedad y miedo, hiperactividad, indisciplina y trastornos compulsivos (como automutilación, granuloma por lamido o caminar en círculos). Entre los gatos, las alteraciones más comunes son la agresión, las conductas compulsivas y el vagabundeo.