El incesante incremento de los precios obliga a los venezolanos a tener en los bolsillos más billetes de bolívares cien, el de mayor denominación, mientras que los de dos y cinco bolívares, los de menor capacidad, prácticamente van quedando en desuso, publica El Universal.
En enero de 2008 las autoridades lanzaron al mercado el “bolívar fuerte” como símbolo de un nuevo tiempo de estabilidad y prosperidad pero cada vez los billetes alcanzan para menos.
Federico Martínez, consumidor, dice que “al comienzo el billete de cien bolívares tenía peso, era complicado usarlo para pagar en los comercios porque no tenían como darte el cambio, ahora si quiero comprar pan, leche y algo de queso en cualquier panadería necesito un billete de cien en la cartera”.
El Banco Central, el organismo que elabora los billetes o encarga su elaboración en el exterior, está consciente del desgaste de la moneda y multiplica las piezas de mayor denominación.
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