Un reciente incremento en el precio del galón (3,8 litros) de gasolina súper, corriente y diesel derivó hoy en polémica entre consumidores y transportistas en Nicaragua que demandan regular los derivados del petróleo, los empresarios que se oponen, mientras las autoridades no han dado aún una respuesta.
Con el alza en estos derivados del petróleo, los nuevos precios del galón de gasolina súper, corriente y diesel en este país son a partir del domingo pasado 5,3; 4,9 y 4,5 dólares, respectivamente, según fuentes de las estaciones de servicios que venden los combustibles.
El director del no gubernamental Instituto Nacional de Defensa del Consumidor (Indec), Marvin Pomares, dijo hoy a Efe que los precios de los combustibles en Nicaragua son los más altos en Centroamérica y advirtió sobre el “efecto dominó” en el coste de la canasta básica.
Pomares aseguró que propondrán a los diputados de la Asamblea Nacional la “regulación” de los precios de combustibles para que fluctúen acorde con los costos internacionales del petróleo y no a discreción de las estaciones de servicios.
También anunció que se reunirán este viernes con transportistas de carga para organizar un plantón ante la refinería, ubicada en Managua, y propiedad de la compañía petrolera Puma Energy, con sede en Ginebra (Suiza), que no se ha referido al asunto.
El Gobierno nicaragüense tampoco se ha pronunciado sobre la polémica, aunque el ministro de Energía y Minas, Emilio Rappaccioli, ha dicho que la diferencia de precios a menudo la establecen las refinerías.
El Instituto Nicaragüense de Energía, que reporta las variaciones de los precios de los combustibles, dice en un boletín en su sitio en internet que no son regulados y “éstos son establecidos por cada una de las Empresas Distribuidoras que operan en el país”.
El presidente de la Asociación de Transportistas de Carga de Nicaragua, Marvin Altamirano, advirtió hoy a los periodistas que “cuando suben (de precio) los derivados del petróleo todos (los demás productos) suben” y cuando bajan los precios, igual pasa con el resto de los productos.
Consultado por una eventual regulación en los precios de los combustibles, el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) de Nicaragua, José Adán Aguerri, se declaró hoy en desacuerdo con esa iniciativa.
“Nosotros jamás vamos a estar a favor de que haya intervención en el mercado y control y regulación de los precios. En eso tenemos que ser cuidadosos”, dijo Aguerri a los periodistas.
“En el pasado reciente hemos visto la intervención de la clase política en el mercado. Nicaragua es un tomador de precios, no un hacedor de precios, creo que (regularlos) es mantenernos en un nivel de utopía demasiado alto”, continuó.
Por su lado, el presidente de la Comisión Económica de la Asamblea Nacional, Wálmaro Gutiérrez, dijo a los periodistas que van a analizar la posibilidad de pedir una explicación sobre el alza en los precios de los combustibles a las estaciones de servicio y al estatal Instituto Nicaragüense de Energía.
El transporte público de pasajeros no se ve afectado porque el coste del combustible es subsidiado por el Estado.
EFE