Javier Enrique Toledo Ojeda, de 33 años, fue asesinado a tiros a las 8:30 de la noche del sábado, frente a una licorería ubicada en la entrada del barrio La Orquídea, a 100 metros de la casilla policial del sector El Viñedo, en Barcelona, destaca El Tiempo de Oriente.
Una comisión de la subdelegación del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) levantó el cadáver y lo ingresó a las 10:15 pm en la morgue del hospital Luis Razetti.
Los expertos forenses le observaron a Toledo, 15 impactos de bala distribuidos en la espalda y ambas piernas.
Ayer unos parientes fueron a la oficina de Admisión del centro asistencial para reclamar los restos de Javier Enrique. Ellos se abstuvieron de declarar a los medios.
Un informante que prefirió mantenerse en el anonimato indicó que supuestamente, el hombre era enjuiciado por homicidio y cumplía régimen de presentación en un tribunal de Maturín.
“Toledo era escolta de un sindicalista petrolero o de la construcción. Residía en un edificio que queda frente al centro comercial Puente Real, en Nueva Barcelona. Él llegó en su moto y la guardó. Luego fue a buscar a su novia que lo esperaba en el establecimiento comercial”.
Dinero prometido
El declarante agregó que la pareja tomó un taxi, dentro del cual Javier Enrique recibió unas llamadas telefónicas en las que le indicaban que fuera a la licorería de La Orquídea, donde iban a entregarle un dinero.
“A Toledo se le acercaron dos sujetos, uno con una franela anaranjada y otro con un bermuda, y le hicieron 15 disparos. El par de homicidas escapó en un carro, del cual se ignoran las características”.