En 14 años fueron 19 planes de seguridad. El hoy difunto presidente, Hugo Rafael Chávez Frías, en el anuncio de A Toda Vida Venezuela, en junio del 2012, reconoció que el problema de la violencia es “grave e inobjetable”, confiando en un nuevo plan como garantía de la seguridad de los venezolanos, publica Correo del Caroní.
Germán Dam V.
Maisdulin Younis
myounis@correodelcaroni.com
“La inseguridad es un problema que el Gobierno bolivariano no ha dejado de atender ni un minuto. La revolución socialista venezolana desde que llegó aquí comenzó a atacar el problema desde la prevención, para disminuir la gran brecha de desigualdad heredada de los gobiernos anteriores”, dijo Chávez al momento del anuncio.
Desde el inicio del Gobierno “revolucionario” hasta la fecha del Plan A toda Vida Venezuela, ocurrieron 155.788 asesinatos en Venezuela, de los cuales 124.221 fueron entre 2003 y 2011, según el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV).
89.064 homicidios entre 2008 y 2012
En los últimos cinco años se ha registrado un incremento considerable en los homicidios en todo el país. 2008 dejó 14.589 asesinatos. En 2009 fueron un total de 16.047 crímenes. Un año después la cifra se elevó a 17.600 homicidios. El 2011 se consideraba el año más violento de la historia venezolana con 19.136 asesinatos hasta que terminó 2012 con una cifra de 21.692 muertes violentas.
El incremento no ha sido únicamente en los homicidios, crímenes como robo y hurtos de vehículos, robos a residencias, violaciones, tráfico de drogas y secuestro han prosperado, y evolucionado, en los últimos 14 años de la historia venezolana.
Industria del secuestro
Entre 2000 y lo que va de 2013, se han reportado 132 casos de secuestros en el estado Bolívar. “Bolívar se presta para que este delito tome auge porque tiene condiciones geográficas y sociales que así lo permiten”, asegura la abogada especialista en Ciencias Penales y Criminología, Marina Rangel.
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Agrega que esta es una entidad fronteriza que está a unas ocho horas de Colombia, cruzando el estado Amazonas, y que la gran extensión territorial facilita a los secuestradores “desaparecer” rápidamente al secuestrado o confundir a las autoridades que investigan el crimen. “Mientras lo buscan por un lado, ellos lo tienen en otro”, lamenta.
Otro de los factores que permiten el surgimiento del secuestro, en cualquiera de sus modalidades, son las actividades económicas que se realizan en Bolívar: minería, ganadería y comercio. “Ellos (los secuestradores) buscan víctimas que tengan haberes con qué cancelar el rescate”, resalta la criminóloga.
Explica que estas labores de “búsqueda” no son al azar, sino que los objetivos son estudiados a fondo y por mucho tiempo antes de ejecutar la operación para privarlo de su libertad. Durante la entrevista se mostró preocupada porque actualmente los rescates son solicitados en dólares, o su equivalente en bolívares.
Mixtura delincuencial
“Ese dinero es utilizado por la banda, ya sea de delincuencia común u organizada, para renovar sus equipos y para comprar droga que luego será revendida y multiplicará considerablemente el dinero obtenido a través del secuestro de una persona”, resalta esta profesora de la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho (UGMA).
Sobre las organizaciones criminales que operan en el estado Bolívar, Rangel indicó que se está ante la presencia de una “mixtura delincuencial”, ya que operan grupos de hampa común, bandas organizadas que posiblemente estén influenciadas por subversivos colombianos, entre ellos las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“La falta de políticas públicas eficientes y también los modus operandi, dificulta a las autoridades identificar a estas bandas”, asegura en la entrevista a Correo del Caroní para luego acotar que la rentabilidad del negocio, aunado a las condiciones que presta el estado Bolívar, hacen que la industria del secuestro permanezca latente en la sociedad.
Indica además que la Ley Contra el Secuestro y la Extorsión -publicada en Gaceta Oficial Nº 39.194 el 5 de junio de 2009- tuvo que prever las nuevas modalidades de secuestro que han evolucionado en el tiempo. “Ya no es sólo el secuestro tradicional. Ahora está el secuestro express, el secuestro con fines políticos, secuestro para canje, el autosecuestro”, resalta.
Suben y bajan
En 2000 dos hombres fueron víctimas de este flagelo. Al año siguiente fueron 17 las personas plagiadas: 12 hombres y 5 mujeres. Para 2002 la cifra aumentó a 22: 15 hombres y siete mujeres. En 2003 se registró un descenso considerable y apenas se reportaron cinco hombres y cuatro mujeres víctimas de secuestro.
Tres casos, en los que todas las víctimas eran de sexo masculino, ocurrieron para el 2004; mientras que en 2005 repuntó a 8 la cantidad de secuestros denunciados: cuatro hombres y cuatro mujeres. En este año uno de los plagiados fue hallado muerto: José Gervasio Guerra Rojas, secuestrado el 7 de abril.
Durante 2006 ocurrieron 11 secuestros: 8 hombres y tres mujeres. Entre las víctimas estaba Carolina Di Luca, secuestrada el 20 de mayo y hallada muerta días después. Las mismas cifras repitieron para el año siguiente; año en el que fue plagiado y asesinado Mario Bartoli, un joven empresario de Ciudad Guayana.
“Es un delito que seguirá latente”
Ocho hombres, tres mujeres y un niño fueron víctimas de secuestro para el año 2008. Las investigaciones de uno de los casos -el de Giovanni Caputo- arrojaron que el joven planificó su secuestro y que sus compinches lo asesinaron para que no los delatara. 10 plagios ocurrieron en 2009, entre ellos el de tres menores. Este año también fue asesinada una de las víctimas: el ganadero Enrique Boccardo.
Al año siguiente fueron 12 los casos investigados: 6 hombres, 6 mujeres. La Policía científica (Cicpc) determinó que una de las víctimas planificó su plagio. En 2011 fueron seis las víctimas, todos hombres; en 2012 fueron ocho, entre ellos un pequeño de dos años. En lo que va de 2013, sólo se ha registrado un caso.
“Lamentablemente es un delito que seguirá latente en nuestra sociedad y que atacará de manera inesperada a sus víctimas mientras las autoridades no tomen las acciones correspondientes para atacar, desactivar y desestructurar las bandas que acá operan”, reiteró la abogada especialista en Ciencias Penales y Criminología.
Ministros y planes
El primer método de seguridad implementado en el mandato de Chávez, en marzo del 1999, bajo los lineamientos de, para ese entonces el Ministro del Interior y Justicia, Luis Miquelena, fue plan: Seguridad Ciudadana.
Un año después el cargo fue ocupado por Ramón Rodríguez Chacín. Y en 2002, días después de los sucesos del 11 de abril, el ministro que ocupó la cartera fue Diosdado Cabello Rondón, actual presidente de la Asamblea Nacional quien en su alocución dijo “será un desarme nacional. Quien esté armado en los círculos bolivarianos de forma ilegal, pues tiene que asumir su responsabilidad”.
A Cabello le sucedió Jesse Chacón, quien en dos años y medio lanzó cuatro planes de seguridad.
El actual ministro es Néstor Reverol quien suplantó el puesto, dirigido por Tareck El Aissami -exministro del Interior y Justicia y actual gobernador de Aragua- desde 2008 hasta 2012.
Entre los 19 planes de seguridad del estado venezolano está el Dispositivo Bicentenario de Seguridad (Dibise) el cual integró a todos los organismos de seguridad a trabajar de manera mancomunada.
El día del anuncio del lanzamiento de A Toda Vida Venezuela, Chávez señaló que “no hay día en este mundo en el que no atienda personalmente el grave problema. No hay día de este mundo en que no estemos enfrentando ese grave problema, bueno, que es, como muchos otros, heredado del desastre del capitalismo”.
A diferencia de otros países, Venezuela no padece un conflicto armado ni una guerra, no obstante la inseguridad es la mayor preocupación de sus habitantes.
La guerra civil de dos años en Siria, cuyo régimen es aliado al de Venezuela, acumula 70 mil víctimas.
Chávez expresó que la inseguridad, el tema que más inquieta a los venezolanos, “preocupa muchísimo, por ello se ataca con medidas tácticas, jurídicas y planes operativos”, señaló.
En materia de seguridad, en enero de 2012, Chávez dijo que “el desarme es una medida para lograr la paz social”.