El jefe de la policía de Perú, general Raúl Salazar, renunció al cargo en medio de un clima de creciente violencia delincuencial en Lima y otras ciudades del país y ante reclamos de la oposición política, que exigía su dimisión.
En una carta difundida este jueves por el ministerio del Interior, el renunciante comunicó su decisión al titular de ese sector, Wilfredo Pedraza, en la que señala que lo hacía para “evitar el maltrato a la institución policial”.
Pedraza confirmó que la dimisión fue aceptada.
Su alejamiento se produce en un contexto de creciente inseguridad debido al incremento de los crímenes de bandas organizadas en las últimas semanas.
El miércoles una policía fue asesinada de cinco balazos cuando intentaba evitar el robo de un automóvil, luego de que el sábado un reportero gráfico del diario El Comercio -el más importante del país- muriera de dos balazos por delincuentes en la puerta de su casa.
Días antes una banda mató a una persona e hirió a otras dos en el asalto a una notaría ubicada en un barrio residencial a menos de cien metros de la sede de la policía antidrogas.
La ola de crímenes llevó a la oposición en el Congreso a exigir la renuncia de Salazar a la vez que se preparaba un pliego interpelatorio al ministro Pedraza.
Recientes encuestas señalan que la inseguridad ciudadana es el principal problema que afecta al país y que el gobierno hace poco por reducir los niveles de violencia en las calles. AFP