Al sur de Venezuela, en la margen inferior del río Orinoco, se levantan las industrias del hierro, el aluminio y el acero. Guayana no es sólo productora de materias primas y rubros semiterminados; sino que atesora el mayor potencial de generación hidroeléctrica y la cercanía del Orinoco le permite contar con un potente canal de navegación para la exportación e importación de distintos productos. Así lo reseña el diario Correo del Caroni.
María Ramírez Cabello
Pese a que la zona fue concebida como la alternativa no petrolera del país, sus altos costos y el rezago tecnológico han privado. Aunque el presidente Hugo Chávez habló en varias oportunidades del potencial de la región, en acciones fue poco lo que se concretó.
La producción de metales se desplomó y el retraso aumentó, al punto que la importación de aluminio y acero creció. No menos de 100 pequeñas y medianas industrias bajaron su santamaría, de acuerdo con los gremios industriales, y muchas de las que sobrevivieron sustituyeron a las empresas básicas como clientes y emigraron al sector petrolero.
Tras el fallecimiento del mandatario nacional, el pasado martes, dirigentes empresariales no vislumbran cambios en la forma de gerenciar, aunque ése sea el deseo sine qua non.
El presidente de la Cámara de Industriales y Mineros de Guayana, Fernando Goyenechea, cree que el Gobierno en esencia no va a cambiar, “más bien se van a radicalizar algunos aspectos que son los que han prevalecido como la instauración de un modelo cubano de economía, basado en la exportación del petróleo y en la importación de todo lo demás”.
“No vislumbro grandes cambios y me imagino que habrá una política de correr la arruga y así sucesivamente hasta que sea sostenible”, agregó.
Goyenechea sostuvo que el diálogo, con limitaciones, se mantendrá, pero sin implicar cambios en el devenir productivo y económico. “No creo que el cambio de mandatario implique mayores modificaciones en el gobierno central”.
Honestidad con Guayana
El presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos y de Minería de Venezuela (AIMM), Víctor García, lamentó la pérdida de un venezolano tan importante para el país y abogó por el reencuentro. “Rogamos a Dios y hacemos el mismo pedido que hace toda la oposición, necesitamos ponernos a luchar juntos. Siento que dos grupos muy pequeños son demasiados extremistas, en la oposición y el Gobierno, y nos están arrastrando a todos los venezolanos”.
“Estamos obligados, tanto la oposición como el Gobierno, a sacar a Venezuela adelante, porque si seguimos así y no importa el Gobierno que tengamos, cada día se nos va a hacer la situación más difícil y vamos a estar peor”, agregó.
En el caso de Guayana, solicitó al nuevo Gobierno ser honesto con los guayaneses, “que nos digan qué van a hacer con las empresas básicas de Guayana. En el caso extremo que la decisión sea que se mueran a mengua, también necesitamos saberlo”.
El dirigente empresarial recalcó que Venezuela le debe a Guayana haber asumido el peso del racionamiento eléctrico, entre otros sacrificios, “y Guayana produce la materia prima para la infraestructura y el progreso de cualquier país, produce la energía eléctrica, el acero y el aluminio, y necesitamos atención, lo que estamos viviendo es insólito”.
Inversiones pendientes
El presidente de Fedeindustria Bolívar Asopemia, Manuel Márquez, afirmó que para Guayana están pendientes una serie de inversiones para adecuación y modernización tecnológica, que no fueron permanentes durante la gestión del presidente Chávez.
“Deberían bajar los recursos para hacer las inversiones, si existe la intención de invertir (…) Lo que se espera es claridad con respecto a lo que se va a hacer en las empresas de Guayana, porque ha habido seguimiento pero no inversión”.
Estimó que una vez culminen las nuevas elecciones presidenciales, será posible analizar de mejor forma el escenario y las perspectivas. “Si el presidente logra endosar sus votos a Maduro, habría que sentarse con el nuevo gobierno y sentarse a dialogar”, puntualizó.
En lo que coinciden todos los dirigentes es que la política de “pañitos de agua tibia” para resolver los problemas de las industrias de Guayana debe cesar. Potenciar a la región como la alternativa económica no petrolera pasa por corregir fallas estructurales, sobrepoblación laboral y desinversión.