Venezuela realizará el viernes los funerales de Estado de Hugo Chávez ante al menos dos docenas de líderes mundiales, mientras que su heredero político Nicolás Maduro asumirá como presidente encargado de la potencia petrolera hasta que se realicen nuevas elecciones.
Chávez, quien falleció el martes a los 58 años tras casi dos años de tratamientos contra el cáncer, seguía siendo despedido el viernes por centenares de miles de simpatizantes de su revolución, que cambió la historia del país al empujarlo hacia un modelo socialista que benefició a los más desprotegidos.
La enorme afluencia y fervor del jueves llevó al Gobierno a extender por siete días más la capilla ardiente. El cuerpo embalsamado del “presidente comandante” será trasladado, después de los funerales, al cuartel militar desde donde comandó un fallido golpe de Estado de 1992 y que será convertido en el Museo de la Revolución.
“Así como están Ho Chí Minh, como está Lenin (…) quedará el cuerpo de nuestro comandante en jefe embalsamado en el Museo de la Revolución de manera especial para que pueda estar en una urna de cristal y nuestro pueblo pueda tenerlo por siempre”, dijo el jueves Nicolás Maduro.
El Gobierno decretó asueto el viernes para permitir la llegada a la capital de muchos venezolanos para despedir a su líder, quien comandó al país por 14 años y lo polarizó con su “revolución socialista y antiimperialista”.
Pese a que Chávez se ganó el aprecio de millones de venezolanos con sus programas sociales alimentados por la renta petrolera, también se granjeó la antipatía de otros millones con sus políticas estatistas en un país azotado por la alta inflación y la creciente inseguridad.
“Aquí la revolución no se va a detener, nosotros podemos garantizar a nuestro pueblo que la revolución se va a profundizar, vamos a profundizar las misiones (…) Eso nos va a permitir mantener vivo el pensamiento y la historia del comandante Chávez”, dijo el ministro de Petróleo, Rafael Ramírez, uno de sus más cercanos colaboradores.
La larga lista de delegaciones y jefes de Estado y de gobierno que asistirán al funeral incluye desde el presidente comunista de Cuba, Raúl Castro, hasta el líder conservador chileno Sebastián Piñera; y desde el mandatario iraní Mahmoud Ahmadinejad hasta el príncipe español, Felipe de Borbón.
Asistirán además la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, el colombiano Juan Manuel Santos, el mexicano Enrique Peña Nieto, el bielorruso Alexander Lukashenko y los jefes de los gobiernos de Uruguay y Bolivia, José Mujica y Evo Morales, quienes están en el país desde el miércoles, cuando se abrió la capilla ardiente.
Reuters/ Reporte de Ana Isabel Martínez; Editado por Javier López de Lérida