El gigante asiático trae una nueva tendencia cuanto menos insólita: colgarse al cuello animales vivos metidos en pequeñas bolsas de plástico.
Una mujer posa con tortugas en pequeñas bolsas de plástico, después de comprarlas a un vendedor en un distrito comercial de la ciudad China de Pekín.
Cada bolsa, llena de oxígeno y líquido nutricional, puede llegar a mantener al animal vivo durante dos meses.
Las tortugas y los lagartos son algunos de los animales elegidos en esta cuestionable “práctica” y son vendidos, aproximadamente, por 10 yuanes cada uno (unos 1,6 dólares).
Los chinos creen que estos “colgantes vivos” pueden traer buena suerte y los usan como una especie de amuleto.
Incluso los hay que lo utilizan de llavero o se lo cuelgan al cuello como adorno.
No sabemos cual es la opinión de las protectoras de animales respecto a esta “moda”, aunque no le auguramos mucho futuro más allá de las fronteras chinas.