Con muy poco tiempo para reorganizarse y la muerte de Hugo Chávez sensibilizando a millones de venezolanos, la golpeada oposición buscará desnudar las “mentiras” de los herederos del comandante mientras enfrenta la gigantesca maquinaria política del Estado en una campaña electoral que anticipa será “dura”, reseña Reuters.
Leopoldo López, un cercano aliado del candidato opositor Henrique Capriles, dijo en una entrevista con Reuters que el primer obstáculo a vencer será el recuerdo del fallecido ex presidente. El segundo, convencer a su base de apoyo de que el triunfo es posible.
“No es fácil, no solamente porque el inicio de la campaña se hace en el marco del propio funeral de Chávez, sino porque está marcada por el abuso de poder y la mentira, lo que es escandaloso”, dijo López, quien coordinó la campaña de Capriles en el 2012, cuando perdió frente al fallecido líder pero logró una votación récord para la oposición.
El joven gobernador se medirá esta vez con el presidente encargado del país petrolero e hijo político de Chávez, Nicolás Maduro.
Para López, uno de los mayores retos de la campaña electoral más corta en la historia del país es lograr que en los comicios se repita la participación récord de 80 por ciento registrada en 2012.
El desaparecido mandatario obtuvo más de 8 millones de votos en las elecciones de octubre del año pasado, pero Capriles logró 6,6 millones de sufragios y en diciembre ganó la estratégica gobernación de Miranda, uno de los pocos triunfos opositores.
Encuestas realizadas antes de la muerte del ex presidente dan a Maduro una ventaja de más de 10 puntos sobre su rival, una brecha inferior a la que separaba a Capriles de Chávez en julio.
El Consejo Nacional Electoral otorgó sólo diez días para hacer campaña, lo que dificulta las estrategias de ambos bandos, que ya comenzaron a cruzarse acusaciones y descalificaciones de alto calibre.
El discurso de Capriles el domingo, cuando confirmó que había aceptado ser el candidato de una coalición de más de 30 partidos opositores, fue incendiario.
Y la respuesta de Maduro no se hizo esperar, tildándolo de “perdedor” y “miserable”.
“¿Qué le digo a las personas que confiaron en mi hace unos meses atrás? (…) ¿Qué le digo a nuestro pueblo oficialista? ¿Que los vamos a condenar a estos? ¿A Nicolás y su combo?”, dijo el político de 40 años.
López dijo que uno de los principales mensajes de la campaña opositora será la “mentira” del Gobierno. Acusan al oficialismo de engañar al pueblo en torno a las condiciones de la convalecencia y muerte de Chávez y aseguran que Maduro no tiene los necesario para llenar los zapatos de su mentor.
“No toda Venezuela es Chávez, no ha sido verdad ni en los mejores momentos de Chávez”, dijo López, recordando que la oposición logró frenar una reforma constitucional en el 2007 y en las legislativas del 2010 obtuvo 52 por ciento del voto.
¿Podrá el David?
Capriles insistió el año pasado que la lucha de la oposición contra el Gobierno sería igual a la de David contra Goliat debido a los extensos recursos que dispone la aceitada maquinaria política del oficialismo.
En la campaña del 2012 la oposición denunció reiteradamente las largas y frecuentes cadenas de Chávez en radio y televisión y la combinación de actos oficiales con actividades proselitistas, con la anuencia del organismo electoral.
El máximo tribunal del país resolvió la semana pasada que Maduro no tiene que separarse del cargo para optar a la presidencia, días antes de que el ministro de la Defensa, responsable de resguardar las mesas electorales, dijera que las Fuerzas Armadas trabajarán en pro del triunfo de Maduro.
“La situación es agobiante en este momento, es una campaña de 30 días, llena de abusos, diseñada por el Gobierno para llevarnos al terreno de la rendición”, dijo López.
Agregó que Capriles intentará reproducir el extenso recorrido que hizo el año pasado por todo el país, buscando maximizar la participación en las urnas, pero con un discurso diferente para atraer a los desencantados.
“No podemos responder con flores cuando nos están echando plomo, con besitos cuando recibimos amenazas de aniquilamiento (…) Las elecciones siempre son una combinación de voto castigo con esperanza”, concluyó.
Reuters/ Reporte de Marianna Párraga