Esta enfermedad del sistema inmunológico no es más que la unión de las lesiones psoriásicas en la piel (parches rojos o rosados con escamas blancas) y el dolor, rigidez e hinchazón en las articulaciones. Es más frecuente entre los 30 y 55 años de edad y, si no es tratada, se corre el riesgo de daño permanente en las articulaciones (1).
La artritis psoriásica puede afectar la espina dorsal, los hombros, codos, las manos, rodillas, los tobillos y pies. Por ello hay que estar alerta a los siguientes síntomas (1):
• Hinchazón de todo un dedo de las manos o los pies, lo que puede causar que los dedos parezcan salchichas.
• Dolor y rigidez en las articulaciones.
• Hinchazón en las articulaciones
• Dolor y rigidez en la espalda (parte baja de la espalda, cuello, parte superior de la espalda).
• Parches rojos, elevados, a menudo con escamas (conocidas como lesiones psoriásicas en la piel).
• Cambios en las uñas.
La Dra. Erika Páez, Dermatóloga y Jefa de la Unidad de Psoriasis del Hospital Vargas en Caracas expresó “en el 70% de los casos es el paciente con psoriasis quien con el tiempo presenta artritis. Por supuesto el paciente acude al médico por lo primero que ve, las afecciones en la piel, y es importante que los colegas dermatólogos detecten las lesiones articulares. También hay casos en los que el paciente con artritis reumatoide tiene manifestaciones cutáneas que deben ser reconocidas por su reumatólogo”.
Insistió en que es necesario que ambas especialidades trabajen en conjunto y los médicos estén de acuerdo para tratar a un mismo paciente que ve afectada su calidad de vida, “sobre todo porque la experiencia en el manejo de ciertas medicaciones que solo se usan en psoriasis, no la tiene el reumatólogo, y viceversa”.
¿Te duele estar acostado?
Un dolor constante en la parte baja de la espalda y región glútea que empeora en las noches y madrugadas, y mejora en el día con los movimientos. Esto es típico en los pacientes que tienen espondiloartritis, un grupo de enfermedades que afectan las articulaciones en la columna vertebral, pelvis y, en ocasiones, articulaciones de las extremidades inferiores, como rodillas, tobillos y dedos de los pies.
El Dr. Rubén Burgos, Reumatólogo e investigador en el Hospital General de México explicó en el foro que si bien, el dolor en la parte baja de la espalda es común en la población general, se trata de un dolor agudo, de corta duración, que reduce la movilidad y empeora con los movimientos, mientras que en las espondiloartritis ocurre lo contrario.
“El otro síntoma es la rigidez, mientras pasa el tiempo el paciente tiene menor facilidad para hacer sus actividades personales, porque no puede agacharse, su rango de movimiento disminuye, se siente tieso”.
Según este especialista, por ejemplo en Europa, los pacientes podían tardar entre 8-10 años en ser diagnosticados correctamente. “Se ha logrado disminuir esto a 3-4 años, pero sigue siendo mucho tiempo, de allí la importancia de acudir al especialista adecuado ante una inflamación, dolor y rigidez”.
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