Luis Carreño Pino, presidente de la mencionada asociación, apuntó que en varios casos el Ministerio Público y el Tribunal de Justicia actúan arbitrariamente pasando por encima de las actas procesales.
Contó el caso de su colega Reidán Marcano, quien fue detenido, a su juicio arbitrariamente el sábado 9 de marzo, por haber recibido una llamada telefónica de un número que supuestamente está vinculado a una red de comunicación perteneciente a los autores del secuestro del menor de edad hijo de un comerciante de Juan Griego.
Reinaldo Reyes, abogado de Marcano, explicó que su defendido estuvo incomunicado durante toda la mañana del sábado y además fue expuesto a mecanismos de torturas por funcionarios integrantes de una comisión que vino de Caracas que pertenecen a la Unidad contra Extorsión y Secuestro adscrita al Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas. “Lo guindaron del techo con las esposas. Fue maltratado físicamente para hacer que hablara violentando el artículo 46 de la Constitución”, aseguró.
El artículo de la Carta Magna refleja: “Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral, en consecuencia: Ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Toda víctima de tortura o trato cruel, inhumano o degradante practicado o tolerado por parte de agentes del Estado, tiene derecho a la rehabilitación. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano”.
Carreño consideró que esta actuación policial obedece a órdenes superiores, pues al parecer el joven secuestrado está relacionado filialmente con un alto funcionario del Gobierno Nacional.
Violencia de género
Alí Romero, abogado penalista, relató otro caso que se relaciona con Marcano, y es la vejación, humillación y tortura a las cuales fueron sometidas Gledys Vásquez y su hija de 14 años, quienes fueron retenidas ilegalmente por varias horas por ser familiares del detenido.
Vásquez fue maltratada verbal, física y psicológicamente y su hija menor de edad estuvo desde las 10:00 de la mañana hasta las 11:30 de la noche sin comer, y con un funcionario al lado portando un arma de alto calibre.