Los cazadores furtivos han matado durante 2013 en Sudáfrica un total de 158 rinocerontes, anunció hoy el ministerio de Medio Ambiente del país austral.
La mayor parte de los animales, 116 de ellos, murieron en el Parque Nacional Kruger, en el noreste de Sudáfrica y el mayor del país.
En lo que va de año, la Policía ha arrestado a 61 personas relacionadas con la caza ilegal de rinocerontes.
De la cifra total de arrestados, 38 son supuestos cazadores, y tres se dedican presuntamente a transportar los cuernos de los ejemplares abatidos.
En todo 2012, los furtivos acabaron con 630 rinocerontes.
En una conferencia de la Convención sobre el Comercio Internacional de Flora y Fauna (CITES) celebrada este mes en Bangkok, la ministra sudafricana de Medio Ambiente, Edna Molewa, admitió estar perdiendo la batalla contra la caza ilegal de esta especie en peligro de extinción.
“El Gobierno de Sudáfrica está invirtiendo muchos fondos en la conservación y seguridad (de los rinocerontes), pero la caza furtiva sigue creciendo”, dijo entonces Molewa, que apuntó a organizaciones internacionales de tráfico de animales provenientes de fuera de Sudáfrica como responsables de esta actividad.
“Entendemos que alguien de fuera del país está creando una demanda del cuerno de rinoceronte”, dijo entonces la ministra.
Según organizaciones de protección del rinoceronte, mafias asiáticas compran los cuernos a los furtivos, para venderlos a precios de oro en países como China, Tailandia o Vietnam, donde se elaboran con ellos pócimas ‘milagrosas’ que prometen curar enfermedades o servir de afrodisíaco y se comercializan en los mercados locales.
Sudáfrica estima tener unos 20.000 ejemplares de rinocerontes, la mayor población del mundo, que podrían desaparecer en 2020 si no se recorta el volumen de caza furtiva en los próximos años. EFE