Es tanta la manía que tiene por sus ratas, que su esposo no resistió más. Después de once años de matrimonio la estadounidense Chantal decidió mudarse de su casa porque su pareja no aceptó la relación enfermiza que lleva con estos 19 animales.
“Amo las ratas más que a las personas. No puedo vivir sin ellas”, afirmó está mujer quien ha volcado su vida por completo a las ratas.
“Cuando encuentras tu propósito en la vida, lo sabes. Eso es lo que me pasó”, dijo Chantal, quien se baña con sus animales, come el mismo alimento y hasta les da besos en la nariz. Toda una amante de las ratas.