Radicalismo y uso de los recursos del Estado signan juramentación del Frente Revolucionario de Mujeres Ferromineras Hugo Chávez, publica Correo del Caroní.
Ramsés Ulises Siverio
rsiverio@correodelcaroni.com
Fotos Diego Meinhard
“Los funcionarios y empleados públicos están al servicio del Estado y no de parcialidad política o económica alguna. En consecuencia, no podrán destinar el uso de los bienes públicos o los recursos que integran el patrimonio público para favorecer a partidos o proyectos políticos, o a intereses económicos particulares”.
Así reza el artículo 13 de la Ley Contra la Corrupción, aunque la directiva y el personal femenino de Ferrominera Orinoco no parecen conocer este mandato. A sabiendas o no de la violación a la norma, lo cierto es que la estatal del hierro volvió a hacer uso de las instalaciones del Club Caronoco para hacer campaña política, en la juramentación del Frente Revolucionario de Mujeres Ferromineras Hugo Chávez.
“Si es necesario meterle un coñazo a un supervisor para que los dejen venir a una actividad, se lo dan”, dijo Radwan Sabbagh, titular de la empresa
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Pero no fue solo el uso de las instalaciones. La salida del personal de la empresa para asistir a este acto político también constituye una violación a la norma; más aún cuando cuenta con la anuencia del presidente de la empresa, Radwan Sabbagh. Fue éste quien no tuvo reparo en estimular el proselitismo político puertas adentro, aun cuando esto contraríe las decisiones de los jefes inmediatos.
“Cuando me dicen: ‘mira, que ahí hay unos supervisores que no les han dado permiso a las mujeres para venir al acto’, miren ustedes se les paran firmes (y le dicen) ‘yo vengo a una actividad convocada por el presidente de esta empresa’”, ordenó Sabbagh, quien prosiguió luego de ganarse el aplauso de las asistentes.
“En Ciudad Piar lo dije de una forma más grosera: si es necesario meterle un coñazo a un supervisor se lo den”.
Entre la ley y la acción
Esto es lo que rodea la juramentación de las empleadas públicas, que a pesar de gozar los mismos derechos políticos que cualquier otro ciudadano según establece la ley, la norma también les impide el uso de su investidura para tales fines.
El acto comenzó con la entonación del himno nacional por parte de la coral de las escuelas de Ferrominera Orinoco. Sí, la coral de los niños que, en teoría, deberían estar en los salones de clase y no en actos políticos como lo impide la Ley Orgánica de Procesos Electorales.
A esto le siguió la reproducción del himno del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y el del Batallón Blindados de Apure, seguido de las palabras introductorias de la profesora Soraida de Marcano.
Luego sería el turno de Sabbagh, que entre loas a las féminas e ideas oficialistas exhortaba a seguir luchando por la llamada “revolución”. Las felicitó por haberse organizado tan rápidamente, y en solo una semana haber definido su misión, visión y valores como agrupación. “Son tan organizadas que hasta me escribieron el juramento que tengo que decir”, confesó.
A esas palabras fue a las que se ciñó, luego de cargar contra la oposición, destacar “las mejores contrataciones colectivas” de las empresas básicas, el “abastecimiento” de Mercal y Pdval, e invitar a las ferromineras a “no confundirse con lo que dicen en los medios”.
Esas palabras, las de su juramento, comprometían a las mujeres a hacer cumplir el legado de Hugo Chávez, en nombre del dios de sus padres, en el de ellas mismas, y en el de la revolución, con la mano izquierda empuñada y levantada para comprometerse ante Sabbagh.
“¡Independencia y patria socialista!” exclamó el presidente. “Viviremos y venceremos”, respondieron las ferromineras, aunque nada de ello los exculpe de sus faltas.
Ley Orgánica de Procesos Electorales
Artículo 63. No se permitirá la propaganda electoral:
9. Que utilicen la imagen, sonido o la presencia de niñas, niños o adolescentes.
Artículo 64. Queda prohibida la fijación de carteles, dibujos, anuncios u otros medios de propaganda electoral en:
7. Los bienes públicos y los bienes objeto de servicios públicos.