Estas importaciones, realizadas cumpliendo con toda la normativa legal exigida por el gobierno nacional y vendida a 4.3 Bs. por dólar, ahora tendrán que ser pagadas por la industria quesera a 6.3 Bs. por dólar, ocasionándole un duro golpe a su mermada capacidad financiera.
Esta decisión se suma a los problemas que confronta la industria derivados de los estrictos controles de precios que tienen más de 15 meses sin ser revisados.
Esta situación compromete la capacidad de la industria para poder atender el llamado que ha hecho el gobierno de incrementar la producción nacional con miras a consolidar la soberanía alimentaria.
Con información de Globovisión