El papa Francisco permanecerá alojado por un periodo indeterminado de tiempo en la residencia de Santa Marta y “de momento” no se trasladará al apartamento pontificio, donde ya han concluido las obras de acondicionamiento, informó hoy el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
“Al término de la misa de esta mañana, a la que asistieron las personas (monseñores, obispos y otro personal que presta servicio en el Vaticano) que se alojan en la residencia de Santa Marta, el papa, con palabras muy sencillas, ha dado a entender que, al menos en esta primera fase, permanecerá alojado allí”, dijo Lombardi.
El papa Bergoglio ha cambiado de habitación y ha pasado de la que ocupaba durante el cónclave al apartamento 201, más confortable, que incluye una sala para reuniones, “que le permitirá recibir más fácilmente a las personas, al tener un espacio más amplio”, subrayó Lombardi.
Francisco, no obstante, para las audiencias oficiales y encuentros con grupos, obispos o jefes de estado seguirá usando el segundo piso del palacio apostólico, donde se encuentra la Biblioteca Privada y la sala Clementina.
El papa Bergoglio se aloja en la residencia Santa Marta desde que entró en el cónclave como cardenal para elegir al sucesor de Benedicto XVI.
Una vez elegido papa, ha seguido alojándose en esa residencia, situada a pocos metros de la basílica de San Pedro y en la que viven normalmente personal que presta servicio en el Vaticano y que también acoge a cardenales y obispos que visitan el pequeño estado.
Una vez levantado el precinto, se acometieron algunas obras de acondicionamiento -como es normal en estos casos- para prepararlo para el nuevo papa.
En ese periodo de tiempo el pontífice se aloja en otra zona del Vaticano.
Juan Pablo II se alojó en 1978 en la Torre de San Juan, que se levanta en un lateral de los Jardines Vaticanos.
Benedicto XVI cuando fue elegido papa en 2005 prefirió quedarse en la residencia de San Marta, hasta que tomó posesión del apartamento papal. EFE