Para nadie es novedad que los jóvenes se muestran cada vez menos pudorosos. No pierden oportunidad de tomar imágenes con contenido sexual. Basta recordar el video “wena Naty” o, más cercano aún, la grabación de dos universitarios que mantenían relaciones sexuales al aire libre, quienes fueron apoyados por la mayoría de los cibernautas.
En ese contexto se desarrolla el sexting. ¿Qué es? El nombre se le dio por las palabras: sex (sexo) y texting (mandar mensajes de texto). Es decir, una práctica que involucra enviarse mail o SMS con fotografías -o videos- eróticos, donde muchas veces se muestran semidesnudos o desnudos, en poses bastante sugerentes.
No hablamos de un tema menor, si consideramos que muchos de los padres de estos jóvenes no se han educado digitalmente, entonces, existe más posibilidad de cometer graves errores por falta de referentes. Sí, pese a que nacieron con las tecnologías, y no viven sin un computador, una cámara digital o un celular.
Por ejemplo, según el estudio “Nuevas tendencias y diferencias culturales en el uso de telefonía celular”, realizado por Daniel Halpern de la Facultad de Comunicaciones UC (Chile), el año pasado, el 76% de los jóvenes chilenos son dependientes a su smartphones, el 74% no lo apaga a menos que sea necesario y el 86% duerme con él. Para ellos es casi natural, hasta que sufren de humillaciones si el material visual circula por la web a la vista de todo el mundo, literalmente. ¿Qué puede pasar? Desde acoso, chantajes hasta grooming, que se define como un acoso con fines sexuales de un adulto a un menor.
AL BORDE DE LA LEY
El 2011, la Universidad de New Hampshire de Estados Unidos, realizó una investigación sobre el sexting, entrevistando a más de mil 500 cibernautas adolescentes, y se dieron cuenta que sí enviaban fotografías de partes genitales, senos o se mostraban desnudos completos, que al ser distribuido se convierte inmediatamente en pornografía infantil en este país. Ahora, si hablamos de los entrevistados, 35% estaba consciente de los riesgos sociales y sólo el 24% los desconocía, entonces, los investigadores concluyen que es la ilegalidad lo que le da más emoción a la práctica.
Es una tendencia difícil de tratar, ya que se cuenta con la aprobación de los jóvenes, pero de todas formas la Brigada del Cibercrimen de la PDI ha aclarado que pese a que el sexting no está tipificado como delito, se puede convertir en pornografía infantil al almacenar imágenes, con penas que llegan hasta los 3 años de cárcel.
En este punto, el Servicio Nacional de Menores (Chile) hace un especial llamado a los padres a prevenir y educar a tus hijos sobre los riesgos que implica que la intimidad sexual de una persona se vea expuesta en el ciberespacio. Respecto a situaciones donde exista una vulneración grave a los derechos de los niños y adolescentes a causa de esto, el Sename cuenta con programas de intervención breve donde pueden asistir los menores de edad involucrados en esta situación, en los que se realiza una terapia sicológica a los niños, niñas y adolescentes para superar el trauma de la exposición de su intimidad y en los que, además, se trabaja para reorientarlos en cómo vivir de forma sana su sexualidad.
¿CÓMO TRATARLO?
Pese a que algunos hasta puedan pensar que forma parte del “nuevo cortejo” juvenil, los peligros son evidentes y esconden otras características. Si hablamos de un perfil de niños, una investigación publicada por la revista Pediatrics, asegura que los adolecentes que se involucran en sexting son los mismos que se arriesgan sexualmente, hasta el punto de no usar condón.
Conversamos con Raúl Carvajal, sicólogo de Clínica Santa María (Chile), quien tiene una mirada clara de la tendencia considerando, además, que el avance tecnológico ha cambiado la manera de ver y entender el mundo. Al estar mediados por una pantalla, las relaciones como las conocíamos cambian, la idea del pudor, intimidad y privacidad ya no son las mismas. “Lo que hay que tener claro es que más que hacer un juicio moral, debemos tratar de entender que consecuencias traerán a esta generación. Entendiendo esto podemos decir que lo ‘normal’ es más relativo que nunca, por la velocidad de los cambios”, dice.
¿Por qué les gusta tan exhibirse, mostrándose en posees sensuales y sexuales? “Esta conducta encuentra su explicación en varios fenómenos de la vida actual adolescentes. Por un lado, encontramos una cultura centrada en la imagen, en la rapidez del logro, lo que se suma a un cierto abandono parental, producto del poco tiempo disponible o, simplemente, porque no entienden que pasa en la vida de su hijo o hija”, asegura.
Igualmente, Raúl Carvajal aclara que encontramos un tipo de relación mediada por la pantalla del artefacto tecnológico, que permite tener una sensación falsa de resguardo, ya que quien mira desde el otro lado de la pantalla, no parece significar una amenaza. “Estas conductas les permite la posibilidad de sentirse atractivo, de transgredir ciertos límites, en un ámbito que es aceptado y muchas veces significado como ‘choro’ por sus pares”.
Seguramente, si tienes hijos en esta edad te gustaría guiarlos y saber qué decirles. Bueno, Carvajal no sugiere recomendarles algo específico, sino que más bien mostrarles el comportamiento adecuado. “Los temas se deben abordar, sincerándolos, es recomendable hablar del tema si como padre tengo sospechas o temores de que uno de mis hijos esté participando en una conducta de este tipo. Luego, mantener siempre una regulación de los espacios virtuales, ya que en general los niños no saben hacerlo solos. Por último, hacer una demarcación clara entre lo público y lo privado para evitar los conflictos que genera esta confusión, confusión tan promovida por los reality show, que tanto rating le otorgamos”.
Y no te confundas, no existiría una “buena edad” para exponerse. “La excepción podría encontrarse en el hecho que el compartir imágenes sea parte de un juego entre la pareja. Si es así y ambos están de acuerdo, el tema vuelve a la esfera de lo íntimo y ya no hay conflicto”, aclara el especialista.
CUIDADOS BÁSICOS
Jorge Lavanderos, Abogado y Director (S) del Servicio Nacional de Menores (Chile) nos entrega útiles consejos para enfrentar el sexting.
“La herramienta clave para prevenir el sexting es la comunicación: los padres no deben esperar que ocurra algún incidente desafortunado para conversar con sus hijos, se debe prevenir y hablar de forma clara y directa sobre los peligros que implica la exposición de la intimidad sexual. Los papás deben hacer hincapié en los riesgos de difundir sus imágenes en las redes sociales o a través de mensajes de texto”.”Los jóvenes deben comprender que cuando se sube una foto en la web se pierde el control sobre ésta, la que se puede viralizar y traer como consecuencia la vergüenza en la escuela o entre sus pares. Además, esta conducta puede implicar riesgos más graves, como el ciberacoso o el ciberbullying o, incluso, puede ser vista y difundida por adultos con intereses sexuales en niños y adolescentes”.
“Otro punto fundamental que se debe conversar con los hijos, es que el publicar una foto en la web lo acompañará durante toda su vida. Además de la vergüenza y la humillación que pueden sufrir, estas fotos pueden ser vistas más adelante por sus empleadores u otros grupos sociales, poniendo en peligro su reputación o aptitudes”.
“Los padres deben promover la empatía. No basta con enseñar el riesgo de subir sus propias fotos o videos, también deben promover que sus hijos no visualicen o reenvíen imágenes en que aparezcan sus pares, para así evitar contribuir a un entorno de acoso”. / RevistaMujeres