Unas 140 tortugas gigantes están listas para ser liberadas en las estribaciones del volcán Cerro Azul, en la mayor de las Islas Galápagos, para repoblar la zona con estos quelonios que en 1998 estuvieron en grave amenaza de extinción.
El titular del área de Ecosistema del Parque Nacional Galápagos, Oscar Carvajal, explicó que la iniciativa “es parte de la restauración de los ecosistemas que llevamos adelante aquí en Galápagos, porque las tortugas de la parte sur de (la isla) Isabela han sido seriamente amenazadas especialmente por los animales introducidos como cabras, ratas, burros y cerdos”.
Estas tortugas, que pertenecen a la especie chelonoidis guntheri, tienen entre 5 y 7 años, edad a la que pesan alrededor de 8 libras (3,65 kilos) y están destinadas a repoblar la zona de Cinco Cerros en las estribaciones del volcán activo Cerro Azul, de donde son originarias.
Los 140 quelonios fueron criados en el centro de reproducción de tortugas gigantes Arnaldo Tupiza, ubicado en la ciudad de Puerto Villamil, de Isabela.
Carvajal explicó que “esta es una especie que estaba seriamente amenazada. En 1998 sólo quedaban 70 en todo el mundo, pero con el trabajo del centro de reproducción en cautiverio tenemos actualmente más de 600 de estas tortugas. Sigue en la categoría de amenazadas porque tienen menos de 1.000 individuos pero estamos mejorando su población”.
Agregó que no esperan problemas de adaptación “porque son bastante resistentes, cuando llegan al campo de inmediato empiezan a alimentarse con la vegetación con la que se alimentaban sus padres, por eso no esperamos problemas de alimentación”.
Inicialmente estaba previsto liberar las tortugas en las próximas horas, pero debido a un problema de logística con el helicóptero, el trabajo de liberación se cumplirá el lunes.
La isla Isabela, poblada también por humanos, tiene una superficie de 4.588 kilómetros cuadrados y es la más grande del archipiélago, ubicado a unos 1.000 kilómetros de las costas ecuatorianas.
En las Islas Galápagos el científico inglés Charles Darwin pudo ratificar su teoría de la evolución de las especies. En 1978 la Unesco las declaró patrimonio natural de la humanidad en atención a sus especies animales y vegetales, terrestres y marinas, únicas en el mundo.