Al menos 31 personas han muerto en el fuerte terremoto de 6,1 grados en la escala abierta de Richter que sacudió hoy la provincia de Busher, en el sur de Irán, informó la agencia local Fars, que cita al director del Hospital Universitario de Busher, Golamreza Heidari.
Por otro lado, mientras la mayoría de medios sitúan la cifra de heridos en más de 500, de ellos al menos 50 graves, la emisora de televisión oficial en inglés, PressTV, hace ascender a 600 los heridos en el terremoto.
Según Heidari, los hospitales de la zona de Busher tienen capacidad suficiente para atender a los heridos, mientras la Media Luna Roja provincial ya dispone de 500 tiendas de campaña, 2.000 mantas, 200 rollos de moqueta para suelo de las tiendas y 2.000 kilos de comida para repartir entre los damnificados.
Unas 10.000 personas han perdido sus hogares o han huido de sus casas por temor a nuevas réplicas del terremoto en las zonas más afectadas y pasarán la noche en la calle, según la agencia sindical iraní, ILNA.
Las autoridades religiosas de la provincia de Busher han decretado ya 3 días de luto por las víctimas del movimiento telúrico, que se produjo a las 16.22 hora local (11.52 GMT) y que ha tenido 29 réplicas apreciables en menos de cuatro horas, las dos más fuertes de 4,8 y 5,3 grados Richter.
Según la agencia oficial iraní, IRNA, la mayoría de los fallecidos se encontraban en las localidades de Tasuch y Shanbe, que según distintos medios han sido las más afectadas por el seísmo.
El terremoto ha afectado a 23 pueblos y aldeas del área de Kaki, la población donde se ha situado el epicentro, a 51,58 grados de longitud este y 28,48 grados de latitud norte, y el hipocentro, a 12 kilómetros de profundidad.
Lo profundo del origen del terremoto y el hecho de que haya tenido lugar en un área entre montañas y cercana al mar puede ser una factor para que sus efectos pueden ser menos devastadores de los previsibles por su magnitud, según el director de Media Luna Roja Iraní, Mahmud Mozafar. EFE