No solo el anillo de seguridad de Nicolás Maduro fue vulnerado, el protocolo del acto solemne de la juramentación también. Y es que el mismo dice que los dignatarios internacionales deben sentarse en estricto orden alfabético de las naciones.
A Raul Castro lo sentaron de primerito, por encima de las presidentas de Argentina, Brasil y el primer mandatario de Bolivia.