México y Estados Unidos quieren que la agenda bilateral se amplíe y no esté “definida” por la lucha antinarcóticos, según señalaron los cancilleres de ambos países tras una reunión este viernes en Washington, a pocos días de un viaje del presidente Barack Obama a México.
“No queremos definir esta relación con México, o con ningún otro país, en el contexto de la seguridad o de la lucha contra el tráfico de drogas”, dijo el secretario de Estado, John Kerry, tras recibir al canciller mexicano, José Antonio Meade, en el Departamento de Estado.
“Queremos que se defina más ampliamente en el contexto de las necesidades económicas de nuestros ciudadanos y en la capacidad de hacer más en la economía”, dijo Kerry.
“Hemos acordado expandir nuestra agenda y vamos a estar conversando sobre iniciativas que tienen que ver con compromisos de alto nivel en términos del diálogo económico”, además de temas como educación, investigación e innovación dijo Meade por su parte.
Esas áreas “estarán en el centro de las agendas y de las conversaciones” entre Obama y el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, cuando el mandatario estadounidense visite ese país dentro de una gira del 2 al 4 de mayo que también lo llevará a Costa Rica.
Kerry subrayó la “relación muy, muy fuerte y que crece todo el tiempo” entre ambos países, y su cercanía personal con Meade, ya que ambos asistieron a la misma universidad.
Este será el segundo encuentro entre Obama y Peña Nieto, luego de que este último visitara la Casa Blanca a pocos días de ser investido como presidente en diciembre de 2012.
Estados Unidos mantiene la Iniciativa Mérida de lucha contra el narcotráfico en México, para la cual ha presupuestado unos 1.600 millones de dólares desde 2008.
Esta semana ambos países firmaron un acuerdo para que ese plan, hasta ahora basado sobre todo en la entrega de equipamiento, dedique recursos a la prevención del crimen y la justicia, dentro de los esfuerzos de Peña Nieto por modificar la estrategia contra el narcotráfico de su predecesor Felipe Calderón (2006-2012).
Durante ese sexenio se registraron más de 70.000 muertes en pugnas entre cárteles y operativos para combatirlos, en los que participaron 50.000 militares. AFP