En un comunicado publicado hoy, Unicef incidió en la importancia “clave” de la protección mediante redes mosquiteras rociadas con insecticida y en su uso durante las horas de sueño.
“Cuando se llegue a la cobertura universal -una red por cada dos personas-, se puede reducir la mortalidad infantil (derivada del paludismo) en un 20 por ciento”, aseguró el texto.
El documento señaló al aumento de las mosquiteras en la región subsahariana de África (de 5,6 millones en 2004 a 145 millones en 2010) como responsable, entre otros factores, de la reducción de un 33 por ciento de las tasas de mortalidad en 2010, respecto a las registradas en 2000.
Según Unicef, durante la última década se han distribuido suficientes mosquiteras para cubrir el 80 por ciento de las necesidades del África Subsahariana, pero estas estarían terminando su vida útil y deberían ser sustituidas.
“Hemos hechos progresos destacados en esta lucha, pero no podemos desviarnos del objetivo de reducir a cero los casos de malaria y las muertes derivadas de ella”, afirmó el director de Programas de Unicef, Nicholas Alipui.
Para Unicef, “la lucha contra la malaria no salva sólo vidas de niños, sino que logra beneficios sanitarios y económicos. Por ejemplo, mejora la salud de las embarazadas y, como consecuencia, de los recién nacidos, y reduce el absentismo escolar y laboral”. EFE