Las autoridades detuvieron a dos dueños de fábricas de ropa en un edificio de Bangladesh que colapsó, convirtiéndose en una montaña de acero torcido y hormigón fracturado, en momentos que aumenta el malestar público por el accidente, que ya dejado por lo menos 324 muertos.
Shamsul Haque Tuko, viceministro del Interior, dijo el sábado que la policía arrestó a Bazlus Samad, director gerente de New Wave Apparels Ltd., y Mahmudur Rahman Tapash, presidente del directorio de la empresa.
El funcionario declaró a los reporteros que la policía también había detenido a la esposa de Mohammed Sohel Rana, propietario del edificio, derruido, para interrogarla.
Las autoridades informaron que el saldo de muertos ha aumentado a 324 pero que los rescatistas habían sacado a más de siete sobrevivientes de entre los escombros a primeras horas del sábado, después de encontrar a más de 40 sobrevivientes dentro del edificio el viernes por la noche.
Los arrestos ocurrieron horas después que el primer ministro Sheikh Hasina ordenó a la policía arrestar a Sohel Rana y a los dueños de las fábricas de ropa que funcionaban en el edificio.
Hasina dictó la orden en momentos que se ampliaban las protestas por el accidente más reciente en afectar la enorme pero poco normada industria de ropa de Bangladesh.
Familiares de las víctimas, furiosos y gritando, se enfrentaron a la policía que los mantenía alejados del destruido edificio de ocho pisos Rana Plaza, mientras las operaciones de búsqueda y rescate continuaban. Tres de los pisos se construyeron ilegalmente.
El inspector de bomberos Shafiqul Islam, quien participó en la labores de búsqueda en el edificio, dijo que más de 40 sobrevivientes fueron encontrados el viernes ya tarde. A través de huecos en la estructura el inspector les entregó agua y jugos para combatir la deshidratación en medio del fuerte calor y humedad.
“Están vivos, están atrapados, pero la mayoría están seguros. Necesitamos apartar los escombros y derribar paredes para llegar a ellos”, dijo Islam.
También se descubrieron más cadáveres. Shamim Islam, un voluntario que entró al edificio con los rescatistas, dijo que vio “muchos cuerpos adentro”.
Los equipos de búsqueda usaban con cuidado martinetes, palas y sus propias manos. Muchos de los trabajadores atrapados tenían lesiones tan serias y estaban tan débiles que era necesario rescatarlos en pocas horas, informaron los rescatistas.
Casi 90 personas han sido rescatadas en las últimas 24 horas, mientras cientos de rescatistas se desplazaban a gatas entre los escombros con el trasfondo de los gritos de los atrapados y de los familiares reunidos afuera del edificio.
Un grupo de fabricantes de ropa dijo que las instalaciones en el edificio empleaban a 3,122 trabajadores, pero no estaba claro cuántos estaban el miércoles en Savar, un suburbio de Daca, la capital de Bangladesh. AP