El título se lo otorgó una revista inglesa. La actriz de 23 años le quitó el puesto a Emma Watson y a Kate Middleton por segundo año consecutivo como la mujer mejor vestida del mundo, título que otorga anualmente la edición británica de la revista Glamour. Así lo reseña Eonline Latino.
La estrella de Crepúsculo ha sido alabada por su estilo roquero y por los transgresores modelos que luce sobre la alfombra roja. Aunque a diario, la actriz suele recurrir a prendas que le ofrezcan mucha más comodidad.
“Cuando salgo de casa, llevo una camiseta cualquiera y el pelo sucio y la gente se pregunta qué es lo que me pasa, seguramente piensan: ‘Podría intentar invertir en un peine’”, explicaba la intérprete.
Por su parte, la estrella de Harry Potter Emma Watson ocupó la segunda posición en la prestigiosa lista.
La actriz de 23 años ha conseguido deshacerse de ese aspecto colegial e infantil que le definía y adoptar un estilo mucho más moderno y atrevido, algo que se ha podido ver sobre todo en sus vestidos de noche.
El tercer lugar lo ocupa Catalina de Cambridge, un puesto que no ha sorprendido mucho al público y que la ha colocado en una posición más alta de la tabla respecto al año pasado.
A la esposa del príncipe William se le admira en todo el mundo por su sofisticación y elegancia al elegir su vestimenta, lo que le ha llevado a convertir en éxito de ventas cualquier accesorio o prenda que luce en público.
Emma Stone y Taylor Swift consiguieron la cuarta y quinta posición respectivamente, relegando a Keira Knightley, Kate Moss o la hermana de la duquesa de Cambridge, Pippa Middleton, a posiciones inferiores, aunque todas ellas dentro de los 50 primeros puestos.
La elección de Kristen como la más mujer más estilosa contrasta con la reciente publicación de la lista de las celebridades más odiadas –realizada anualmente por la revista Star–, en la que ocupa el segundo puesto, justo después de Gwyneth Paltrow, quien consiguió la corona por poca ventaja.
Además, a principios de año, la joven intérprete consiguió la desagradable distinción de ser la actriz menos sexy de Hollywood.